miércoles, 13 de mayo de 2015

INDUSTRIA DISCOGRÁFICA: ¿TENDRÁ BMG LA FÓRMULA PARA INSTAURAR NUEVOS PARADIGMAS?





Es una perspectiva de la industria musical provocativa, poco ortodoxa, o en todo caso, no muy común, sobre todo viniendo de un ex peso pesado de la industria discográfica. Cuando desde fines de los 70 las discográficas cambiaron sus enfoques desde la generación de talento hacia los números, grandes cambios se dieron en áreas comerciales, financieras, creativas, y tecnológicas, que llevaron al derrumbe a los modelos de negocio tradicionales.

Bertelsmann Music Group pasó por muchos cambios a lo largo de su historia, y luego de la escisión de Sony/BMG, inició su camino en solitario -muchos decían que heridos de muerte- pero luego de esta entrevista vemos que sólo retrocedieron como el tigre.

Este es un extracto traducido –un tanto largo pero altamente recomendado- de una entrevista realizada por Tim Higham para Music Business Worldwide (MBW) a Hartwig Masuch, CEO de BMG Rights Management, en donde pareciera que la pasión por el desarrollo de talento artístico podría retornar a las grandes ligas sin dejar de lado los aspectos financieros. Es lo que muy a menudo mis alumnos me han escuchado decir, en el sentido en que la discográfica, el artista y el autor son socios en una apasionante empresa; cada uno tienen lo suyo, y los tres deberían repartirse la torta por igual.

De acuerdo con el director general de BMG, el equilibrio de poder se balancea gradualmente desde los ejecutivos musicales hacia su comunidad creativa, lo que le conviene mucho.
Mientras que muchos ven en los últimos 15 años de revolución musical digital y el descenso del retorno un verdadero desastre, Masuch lo ve como una oportunidad para corregir una relación que con demasiada frecuencia perjudicó el talento. No es ninguna coincidencia que la agitación de este cambio estructural haya dado lugar a jugadores ambiciosos como el "nuevo" BMG.

El manifiesto de la empresa es bastante simple: acuerdos justos para artistas y autores, compromiso con la transparencia y la equidad, y un enfoque sólido para gastos generales, caracterizados en alojar a operaciones discográficas y editoriales bajo un mismo techo, corriendo ambos bajo la misma infraestructura.

Cuando este "nuevo" BMG comenzó a firmar nuevos artistas, lanzó una forma novedosa de acuerdos y contratos, basados en avances sensibles y riesgos compartidos, con una generosa participación de los ingresos, con sistemas basados en decisiones operativas y presupuestales compartidas con artistas y compositores.

Masuch dice que los artistas y compositores tienen ahora una oportunidad nunca antes vista de plasmar contratos realmente equitativos con sus socios de la industria - y sin entregar sus activos de por vida. Todo esto puede sonar un poco a revolución. Pero para Masuch y sus sensatos patrocinadores financieros de BMG con sede en Berlín (en Bertelsmann), es simplemente una cuestión de inevitabilidad económica. Ellos creen que el obsoleto modelo de negocio de muchas compañías de música establecidas está destinado a desmoronarse, a la vez que artistas y autores demandan -cada vez más- términos contractuales más justos.

Uno puede ver la lógica; en el negocio del music business, los adelantos millonarios están disminuyendo drásticamente mientras las regalías y derechos de autor se hunden, y el control del copyright viene expirando con mayor frecuencia. Al mismo tiempo, los costos de los jugadores más grandes de la industria discográfica siguen siendo alarmantemente sísmicos. Tal vez algo tendrá que caer, y, si es así, BMG está listo para recoger los pedazos. Los vientos de cambio no sólo están afectando a los titulares de derechos, pues Masuch predice que una nueva era de transparencia marcará el comienzo de un examen más exhaustivo de las sociedades de recaudación, así como la relación normalmente fría de la industria discográfica con los servicios globales de reproducción digital.

La confianza de BMG en su plan de juego explica por qué se ha invertido unos cuantos millones de Bertelsmann desde que se lanzó como independiente en octubre de 2008.
En lugar de enfocarse en recortes presupuestales de shock, despidos masivos o incursiones en otros derechos y territorios tradicionalmente ajenos (los famosos contratos 360°), Bertelsmann concluyó que sería más rápido y barato empezar de nuevo desde cero. Así que vendió su negocio musical del 'viejo mundo' a Sony, y se puso a trabajar. Ya BMG ha adquirido una importante cuota en el publishing, con la compra de algunos de los catálogos más notables incluyendo Bug, Cherry Lane, Stage Three, Chrysalis, Primary Wave, Virgin Music y Talpa. Hoy por hoy, es cómodamente el cuarto mayor editor de música en el mundo, con planes de pasar al tercer lugar en no mucho tiempo.
Mientras tanto, en la producción discográfica BMG ha construido una cartera que incluye catálogos clásicos de Sanctuary, MuteSilencio, Dreyfus y Skint / Loaded así como indies de renombre como Infectous, Union Square, Vagrant y, más recientemente, Rise Records. En el primer cuatrimestre del 2015, BMG se convirtió oficialmente en la quinta mayor empresa de música grabada en el Reino Unido, por detrás de las tres grandes discográficas y Ministry Of Sound.

Lo cual plantea la pregunta: ¿qué sigue?

Si los sellos y editores dominantes de hoy están destinados a sufrir en la industria de la música del nuevo mundo, ¿qué hace exactamente BMG para tener éxito?

MBW insistió con Masuch exactamente en estos puntos, y en lo que piensa que se necesita para cambiar a la industria y que alcance a su potencial en los próximos años...


MBW: ¿Qué es lo que hace diferente BMG de otras grandes compañías musicales?

HM: Creo que son nuestros valores. Respetamos a compositores y artistas. No tratamos de salirnos con la nuestra sólo porque la gente no tiene influencia. Tratamos siempre de decir “queremos ser tu mejor y más justo socio ", y luego actuar en consecuencia. Es una diferencia cultural muy fuerte en BMG. Si entras a BMG con un abogado que es un peso pesado, no recibirás un trato muy diferente del que si entrases sólo.

MBW: Han adquirido una enorme cantidad desde el año 2008. ¿Por qué BMG invierte tanto dinero en el futuro de la música cuando hay quienes creen que es una actividad condenada al fracaso?

HM: Tenemos una visión muy diferente de la de muchos analistas y accionistas sobre el futuro de esta industria. Ya en el 2005, Bertelsmann analizó el negocio de la música y llegó a la conclusión de que el mayor obstáculo para una industria eficiente y sostenible - una que se beneficie del cambio al digital - era en realidad la forma en que la industria se desarrolló. Bertelsmann concluyó que el viejo modo de pensar - yo lo llamo el 'Mogul Mindset' - y su acercamiento hacia los artistas se convertirían en obsoletos; que la empresa tendría que transformarse en una industria de servicios con el fin de participar en el futuro crecimiento del uso de la música. Tal vez la industria en el futuro no podría monetizar todos esos usos, ¿y qué? Otras industrias tienen que superar desafíos similares. Pero clientes motivados, clientes leales y ofertas digitales atractivas crearían un futuro brillante con saltos cuánticos en los ingresos digitales. Por primera vez tenemos la posibilidad de una distribución verdaderamente global, teóricamente, a un costo incremental cero. Apple, Google, Amazon y otros, empresas con una capitalización de mercado combinada de más de mil millones de dólares, están ayudando a crear un mercado global y así apoyar el negocio de los propietarios de repertorio.
Sí, a veces pueden ser un poco agresivos en cuanto a sus condiciones y términos, pero han creado con éxito un alcance global eficiente y transparente para los propietarios de repertorio musical. Uno no puede conseguir algo mucho mejor que eso. Y podemos buscar el correcto quid-pro-quo si nuestros clientes nos avalan. Para ser claro: estas empresas han rescatado una industria masivamente anticuada, una que defendió agresivamente obsoletos modelos de negocio y relaciones cínicas con sus clientes, los artistas y autores. Así que, ¿por qué invertimos tanto? Hay un gran futuro para la música - pero la industria existente tiene que recurrir a nuevos paradigmas con el fin de ser parte de ella.

MBW: ¿Pueden realmente desafiar la cuota de mercado de los principales sellos?

HM: En resumen, sí. Es una cuestión de tiempo y/o fondos de inversión. Constantemente analizamos la estrategia con Bertelsmann, nuestro accionista. ¿Aplicamos más capital y aceleramos nuestro crecimiento o nos tomamos nuestro tiempo en los próximos cinco años para ponernos al día? Es bien sabido que la ambición de nuestro accionista es estar entre los mejores jugadores de cualquier sector que está involucrado. Dicho esto, no nos vemos a nosotros mismos constantemente en relación con otros participantes del mercado. Nuestro objetivo no es la cuota de mercado, sino la calidad del servicio y la rentabilidad. Estas son las claves para nuestra capacidad de crecer. Esperamos un movimiento cada vez mayor entre artistas y autores para que cuestionen la imparcialidad y la aceptabilidad de los términos que históricamente les han sido ofrecidos por la industria de la música. Con el enfoque de BMG en la equidad y la transparencia, creemos que nuestra posición sobre estos puntos nos puede ayudar a ponernos al día muy rápido.

MBW: ¿Hay alguna chance de adquisición sólo para llegar a una meta de market share, teniendo en cuenta que la gran masa de los derechos de autor son controladas y bloqueadas por las tres majors?

HM: Esa cantidad que está bloqueada, como tú dices, está en proceso de cambio. Hay catálogos importantes que no son propiedad sino sólo representados en una determinada región, y sólo durante un cierto tiempo. Esto incluye específicamente algunos de los catálogos importantes y de muy alto valor. Si nos fijamos en el repertorio emblemático de Estados Unidos y el Reino Unido de los años 60 y 70, muchos de ellos no son realmente propiedad de las empresas que en la actualidad representan.

MBW: Pareciera que BMG está cerca a la escala de las majors más en el mundo editorial, donde sus clientes incluyen Steve Mac, Dan Wilson y Bruno Mars…
HM: Hemos hecho progresos significativos, pero es la rentabilidad y la calidad de servicio más que la cuota de mercado lo más importante para nosotros y nuestros accionistas. Mi prioridad es que la rentabilidad sea muy alta, ya que es la rentabilidad lo que desencadena la financiación para conseguir economías de escala. La economía de escala te permite construir un equipo de clase mundial e invertir en tecnología, ambos fundamentalmente importantes para el suministro de un nivel de servicio consistente y confiable para nuestros clientes.
La industria de la música es tradicionalmente muy centrada en Estados Unidos con respecto a la inversión y la capacidad de su equipo de trabajo, seguido de cerca por el Reino Unido; para nosotros es diferente. La química básica de nuestra industria es el repertorio angloamericano, pero también hay que ser muy fuerte con el artista local en otros mercados grandes. No se puede ignorar el predominio del repertorio local en territorios europeos, por ejemplo.
En un mundo digital sin fronteras hay un creciente interés mundial en artistas de esos países. Y queremos una fuerte presencia en esos territorios para tener equipos informados, competentes en el terreno para representar nuestro repertorio global. Por cierto, históricamente se pensó que el dominio del repertorio local en Europa era una manifestación de regulación de los medios, especialmente la radio. Eso es totalmente incorrecto. El repertorio local es importante porque es importante para los consumidores; eso es lo que lo hace tan masivamente relevante.

MBW: ¿Cuán lejos está BMG de ventas anuales consolidadas de € 1bn?

HM: Como ya he dicho, en el corto plazo es una cuestión de asignación de fondos. Teóricamente puede moverse rápido con tres o cuatro acciones amplias, pero que requiere mucho capital. Estoy seguro de que seremos capaces de crecer muy rápido orgánicamente, por lo que un plazo de cinco a seis años es realista.

MBW: En términos de crecimiento orgánico, ¿está aumentando o disminuyendo la cantidad que gasta en A&R?

HM: Estamos aumentando nuestro gasto en A&R. Eso no es una tendencia común en la industria en este momento. Estamos muy entusiasmados con el apoyo a los nuevos artistas y autores.

MBW: A&R es una acción típicamente inestable y BMG son inversores muy sensibles. Así que ¿por qué se da esto?

HM: En realidad es un gran negocio y es absolutamente necesario para mantener esta industria atractiva y vibrante. Si inviertes racionalmente es posible mitigar el riesgo y ayudar a crear carreras emocionantes. Uno de los aspectos que se ha perdido un poco es la gestión del riesgo. Cuando los sellos fueron capaces de desarrollar artistas al largo plazo y comenzaron con gastos iniciales de entre £ 50.000 y £ 100.000 el perfil de riesgo en ese entonces era más atractivo que en el mundo de hoy, poblado de decisiones que cuestan £ 1.000.000 cada una. Las carreras de muchos artistas importantes se basan en una visión de largo plazo de su relevancia creativa. Por desgracia, la industria se obligó a si misma a una situación en la que la velocidad y el impacto inmediato se convirtieron en algo demasiado importante. Estas expectativas se tradujeron en que tienen que ser un número uno rápidamente o carecerá de sentido. Nuestro punto de vista es a menudo diferente: vamos a tratar de lograr un punto de equilibrio en, digamos, 30-50k y desarrollar a partir de ahí. Jack Savoretti es un gran ejemplo para nosotros. En este proceso necesitas estar en sintonía con tu artista. Esto es clave para un nivel de inversión realista, compromiso a largo plazo y planificación de la carrera. Estamos destinando cuantiosos fondos a ese proceso, perfeccionando condiciones y términos contractuales, tratando de hacerlo replicable. Esto nos permitirá trabajar con más y más artistas que no quieren quedar atrapados con saldos negativos e irrecuperables desde su primer lanzamiento.

MBW: ¿Cómo se va asentando Infectious/Vagrant después de las adquisiciones de ambas compañías el año pasado?

HM: Todo ha sucedido con sorprendente rapidez. Jon [Cohen] y Korda [Marshall] y sus equipos se integraron totalmente, literalmente, en cuestión de semanas - a veces para su propia sorpresa! Korda fue muy abierto acerca de su escepticismo al principio, pero ahora se ha lanzado de lleno en su nuevo papel que va mucho más allá de sólo Infectious. Vagrant e Infectious. Son parte de una historia muy positiva. Y para ponerlo en el contexto de la discusión: tanto Korda como como Jon ahora pueden recurrir a los recursos, el equipo y los fondos de BMG, pero mantienen un enfoque sensato hacia el gasto, lo cual perfeccionaron en los últimos años como independientes. Esto nos ayuda a evitar situaciones en las que los artistas se nieguen a continuar porque están prácticamente quebrados, arruinado por saldos negativos e irrecuperables. No es mostrar tu amor por un artista por lo que gastas en él, sino en cuán respetuosamente diseñas los términos del acuerdo, y cuán responsablemente apoyas su carrera.

MBW: BMG es una empresa globalmente consciente. ¿Cuál es el potencial de los mercados con muy baja música per cápita, pero muy alta población, en particular China, India, Rusia?

HM: Con China e India, fue bastante obvio cuando nos fijamos en otras tendencias de consumo - la propiedad de automóviles y teléfonos, por ejemplo - que el siguiente nivel de compromiso sería el uso de los medios de comunicación y esto tiene el potencial de darle un tremendo impulso a los números totales de la industria. Dicho esto, si queremos participar, la manera correcta de acercarse a mercados como China es aprender de los jugadores locales.

MBW: ¿Por qué eligieron a Alibaba como su socio en China?

HM: Todo estaba alineado. La decisión fue tomada por nuestro equipo chino. Desarrollaron una buena relación con Alibaba. Todo era muy atractivo, una fortísima empresa de tecnología con una dirección para participar en medios de comunicación. Nos tomamos nuestro tiempo para estar con varios jugadores y aprender. Nos dijeron explícitamente que la industria de la música china no se desarrollaría con el patrón de la industria tradicional en los EE.UU. Un mantra que oímos en todas nuestras reuniones fue: necesitan comprender la importancia de relaciones exclusivas con socios fuertes. Sin exclusividad, nadie está interesado en proteger los intereses de los propietarios de repertorio. Y eso significa que nadie lucharía en contra de usos ilegales como la piratería. Un socio que tiene exclusividad tiende a decir "yo he pagado por el repertorio, entonces yo represento el repertorio”, y de repente comienzas a ver mucho movimiento en la protección y observancia de derechos de autor. Así que soy muy optimista acerca de la relevancia de China como mercado musical y su lucha contra la piratería. Y hay un aspecto más: las grandes empresas chinas existen en los EE.UU. No puedes exponerte al hecho de apoyar infracciones de derechos de autor porque sabes que no vas a ser demandado en Shanghai, pero sí en las cortes norteamericanas, y es ahí donde se pone peligroso y extremadamente caro. Los mismos argumentos se aplican a Rusia.

MBW: El colapso del Global Repertoire Database (base global de repertorio) parecía un desastre para el negocio global de la edición musical. ¿Qué tanto fue un tropiezo para la industria, y aún es optimista respecto a que ese tipo de base de datos se puede crear en el futuro?

HM: Tengo una perspectiva diferente: tiene que ser creado. De lo contrario, vamos a ser una industria altamente ineficaz y disfuncional. Todo el mundo debe estar de acuerdo que esto tiene que pasar; se necesita una base de datos integral para hacer frente a las realidades de hoy.

MBW: ¿Qué tipo de evolución le gustaría ver en las sociedades de recaudación?

HM: La realidad es que necesitan algún incentivo económico. La gobernanza es definitivamente del pasado. Estos jugadores tan importantes de la industria te cobran solamente lo que necesitan con el fin de cubrir lo que gastan. Ese es el camino equivocado. ¿Cuál es el precio adecuado para ese tipo de servicio? Deberíamos estar buscando en los linderos de la industria de telecomunicaciones y ver cuánto se les permite cobrar por transacciones. Tenemos que ser realistas al respecto. ¿A quién culpar? No a los chicos que dirigen las sociedades de gestión ni a los chicos que las rigen; en gran medida, a los políticos. Si ellos no hacen su trabajo, es difícil culpar a la gente de las sociedades de gestión. Ya se trate de una base de datos global u otras formas de alinear intereses, hay muchas maneras de ser rentable. Necesitamos que sean eficientes - increíblemente eficientes - o se convertirán en el hazmerreír de las empresas de tecnología muy eficientes que continuarán diciendo: 'Ese es tu problema.' Dicho esto, si bien es cierto es evidente que hay cuestiones de gobernanza y cuestiones sobre las tasas de comisión, hay un problema más grande con aquellas empresas que llegan a esta industria buscando reducir el valor de la música.

MBW: ¿Cuál es su punto de vista sobre la división de pagos del streaming- en algunos casos hasta 14-1 a favor del sello/artista sobre el autor/editor? ¿Eso debe cambiar?

HM: Tiene que. Se basa en un concepto muy antiguo de los modelos de prestación, y es muy difícil de justificar por qué estos ratios están bloqueados. Históricamente, estoy de acuerdo en que el manejo de grandes almacenes, fábricas grandes, equipos de ventas, etc. tuvieron un impacto en los costos y en las utilidades. Pero esto ha cambiado por completo. Siendo realista, cuando otorgo licencias de música a un servicio de streaming no es tan diferente a la concesión de licencias musicales para una película. Así que echemos un vistazo a las métricas de sincronización. Una tarifa típica de sincronización se divide 50/50 entre sello y editores. Y siendo realistas - dependiendo del contrato - los sellos deben dividir su mitad 50/50 con los artistas. Estás entonces en un escenario de 50/50 cuando se trata de la relación editor/productor, y el mismo escenario 50/50 con los clientes del productor. Lo que significa que, de repente, las discográficas tendrían que lidiar sólo con mantener el 25% de la recaudación. Esa es una visión muy racional y defendible. Pero será una de las discusiones más difíciles en los próximos cinco años en la industria de la música: cómo se va a dividir el pastel.

MBW: Eso va a asustar a muchas empresas - no sólo las majors…

HM: Sí, pero tienes que estar de acuerdo con el principio: no importa lo que tu base de costos es a tu cliente; tienes que ser más eficiente. ¿Por qué demonios debería alguien que graba una canción -que está protegida por derechos de autor- conseguir nueve veces más dinero que el tipo que la escribió? No tiene sentido.

MBW: Digamos que el streaming domina la industria, y que los pagos se dividen 50/50 entre los sellos y los editores - y que, a su vez, los sellos comparten sus regalías 50/50 con los artistas. ¿Podría sobrevivir BMG?

HM: Absolutamente. Uno de nuestros supuestos básicos fue que en el mundo digital esas proporciones no podrán ni deberán sobrevivir. Si no se obligada por un reglamento, se verá obligado por los artistas y los propios autores. Si asumes que Apple es tan exitoso como quieren serlo con su iniciativa en Streaming, y que Spotify mantiene su ritmo de crecimiento, más y más artistas se cuestionarán la necesidad de ofertas estructuras tradicionales. Nos corresponde a nosotros en la industria desarrollar nuevas formas más eficientes de trabajar con artistas y autores. Y de eso es de lo que se trata BMG.

MBW: BMG podría ser construido para ser sostenible en ese ambiente, pero ¿hay otras empresas?

HM: Creemos que es la estructura de costos, los niveles de servicio, y la equidad y transparencia con la que se le trata a los artistas los que decidirán la capacidad de las empresas para participar en el futuro de nuestra industria. La industria tendrá que ofrecer servicios confiables a un costo razonable y transparente a sus clientes, los artistas y los autores. Se está haciendo cada vez más difícil para los que tratan de defender el status quo.

MBW: Les preocupa que no haya habido declaraciones públicas agresivas de los grandes jugadores en el mercado, acerca de tratar de forzar los niveles de 'freemium' on-demand streaming - especialmente de Spotify - para reducirse o cerrar por completo?

HM: Es una foto muy interesante. Claramente podemos pedir más de Spotify en términos de ser capaz de orientar la disponibilidad del repertorio. Como suscriptor freemium, creo que deberías ver más restricciones; debería ver su belleza, pero debería haber límites. Quizás sólo poder escuchar a Taylor Swift diez veces, y luego tener que pagar o escuchar otro repertorio. Como artista deberías ser capaz de poder decir en algún momento: "En realidad, quiero ser capaz de frenar mi perfil en ciertas canciones'; hay cosas que son posibles desde una perspectiva tecnológica. El panorama es que es mejor la forma en que está ahora de lo que era antes: el freemium está ahí para establecer el mercado. Pero sería muy sabio por parte de Spotify y otros jugadores similares no quedarse en su modelo actual, y poder decir: "¿Qué podemos para convencerlos de que este es un buen servicio"? Bjorn de ABBA me habló hace dos semanas, una persona muy tecnológica, y me dijo: '¿Por qué las empresas no pueden ser más flexibles en streaming? ¿Por qué demonios no puede segmentar a sus clientes? ¿Por qué alguien que paga 9,99 euros al mes sólo para escuchar a ABBA, entra en el mismo saco que mi hija, que escucha miles de canciones? Técnicamente es completamente posible. Las compañías telefónicas lo hacen ya. Las empresas de música digital sólo tienen que despertar al hecho de que deben hacer todo lo posible para complacer a sus proveedores de repertorio. Una relación de confrontación no es buena para nadie. Pero en cuanto a aquellos que dicen que hay que apagar definitivamente el freemium, de ninguna manera. Hay que recordar que la industria de la música no creó este mercado. Fue Daniel Ek quien creó una solución que está rescatando a un negocio mundial. Él ha cambiado la perspectiva de toda la industria de la música, y eso es un verdadero logro”.


Mayo 2015