viernes, 19 de mayo de 2017

¿POR QUÉ TUS ESTRATEGIAS MUSICALES A VECES NO FUNCIONAN?

Te dedicas a hacer música y quieres sonar en todos lados, que te contraten para presentaciones, ir a otros países, que tu música llegue a otros mercados, presentarte ante públicos amplios, es decir, vivir -y vivir muy bien- de tu arte.  Trabajas o estudias una carrera de música o de otra disciplina, con gran sacrificio y te sumerges en tratados académicos, ensayos, cultura y estudios de estrategias musicales.

Así, ves con asombro por ejemplo que la multi-estrategia que realizó Trent Reznor de Nine Inch Nails, en donde incluía muestreo de canciones, multimedia, juegos, trivias, amén de diferentes estrategias mediáticas a raíz de su enemistad con su discográfica, Universal Music, hizo que se convierta en un ícono de la innovación en promoción musical.  O te das cuenta también del paso que dio Beyoncé el año pasado al lanzar un álbum sin campaña previa y en exclusiva en Tidal, rompiendo todos los patrones convencionales y desafiando a la industria, que elevó aún más su imagen de diva y de superestrella.  Al igual que Adele, que en complicidad con su compañía discográfica, se atrevió a lanzar su última producción sin tener presencia en ninguna plataforma digital de Streaming, forzando a la gente a comprar el físico o vía download, rentabilizando al máximo el lanzamiento (y de paso incrementando la demanda posterior en las plataformas en donde inicialmente no existía).  Te sorprendes con la islandesa Björk y su gran forma de engagement que maneja con sus fans junto con su inconmensurable creatividad, o la genial idea de U2, que sorprendió a los usuarios de iPhone cuando un día amanecieron todos con su última producción para ser descargada gratuitamente en sus smartphones.

Todas estas estrategias las estudias y analizas en salones de clases, las discutes con tus amigos, con gente de negocios y de la industria.  Y eso está muy bien, así debe ser. Sin embargo, lo que inmediatamente te surge en tu mente de músico emergente es que, “claro, así cualquiera… Beyoncé lo puede hacer porque es Beyoncé, Adele es Adele, y U2 es U2 pues”.  Por supuesto, tú no cantas ni te ves como ellos, ni tu show tampoco es como el de ellos, y te preguntas qué es lo que ellos tienen en común y que tú no.  La respuesta es obvia: “audiencia”, que a final se traduce en “fans”.    Son miles, y los adoran.

Entonces te vuelves loco con las tácticas para conseguir fans… Te metes a cursos de marketing digital, lees compulsivamente consejos como “involucra a tus fans en la producción” ó “prémialos por su fidelidad”.  Comienzas a mantener comunicación constante, respondes todas las comunicaciones, estudias las redes, haces concursos, les regalas entradas o merchandising, y una interminable lista de acciones, todas ellas más o menos efectivas.  Haces la tarea perfectamente, pero te das cuenta que no crece tu audiencia, y te defrauda el medio, te deprimes, crees que no estás haciendo las cosas bien….  ¿Seguro?  ¿Te has preguntado por qué son miles? ¿Te has preguntado por qué los adoran?

Tal vez te estás olvidando de algo tan pero tan básico que lo soslayaste o hasta lo pasaste por alto, y eso es simplemente tu producto.  Tu producto eres tú (o tu banda), y estás obligado a comenzar por la piedra angular de todo, una piedra angular que tiene principalmente tres lados en los que debes concentrarte para perfilar y perfeccionar. 

Si compones, procura que estas sean impecables y únicas.  En el songwriting existen técnicas y reglas. Estúdialas a profundidad, cúmplelas primero y luego haz algo especial.  Culturízate, lee (y mucho), escucha, escribe, aprende, absorbe, conoce tendencias sociales, procésalas y haz lo tuyo.  Igualmente en tu interpretación sé más prolijo aún; aprende técnicas, perfecciónalas, ensaya mañana tarde y noche, toca, canta, escúchate y vuelve a cantar o tocar hasta que ni una sola nota falle.  ¿Todo esto para qué?  Para que tu producto (o sea, tú) tenga un excelente soporte sonoro.  Consigue la mejor materia prima (composición y ejecución), para con ello dar pie a la segunda área elemental: tu grabación.

De nada te va a servir grabar en el mejor estudio, tener un sonido espectacular, o contar con un súper productor musical, si es que tus composiciones son simplonas y si tu interpretación (instrumental o vocal) es estándar, mediocre, o hasta mala.  Si tienes buenos ingredientes, la preparación del plato debe ser aún mejor.  Date cuenta, por más que tengas un buen chef, si no tienes una buena pasta no te va a salir bien, o viceversa, si tienes una buena pasta pero el chef es malo, tampoco el resultado será bueno, así que si tienes buena materia prima, exígete al máximo para lograr la mejor producción posible; trata de no escatimar.

Y tercero, aprende a pararte en el escenario, “pararte” en el más amplio sentido de la palabra y en donde intervienen varios aspectos.  Aprende sobre la importancia de diseñar tus luces, por más austeras que sean (te sorprenderá darte cuenta que no necesitas grandes inversiones para crear efectos y ambientes atrayentes).  El styling es básico, descubre tu estilo, cuida tu imagen (independientemente de cuál sea); si te presentas -en escenario grande o chico, gratis o pagado- con la misma ropa con la que vas a comprar el pan o con la que asistes a clases, difícil que consigas grandes cosas. Haz un guion de tu show, muévete, disfruta y haz disfrutar.  La gente va más que sólo a escuchar; quiere pasar una experiencia multi-sensorial especial, por lo que tu expresión corporal, la parte auditiva y la parte visual es gravitante. Pero por sobre todas las cosas, practica y ensaya.  Toca en todos los escenarios que puedas, consigue experiencia, eso te dará la base para enfrentar lo que sigue.

Recién cuando domines eso, recién cuando tengas algo bueno que ofrecer, podrás concentrarte en ampliar tu audiencia, luego de tener un producto robusto, concreto, consistente, con personalidad:  Cuando hayas conseguido esto, o por lo menos lo hayas perfilado, tu audiencia podrá comenzar a crecer, cuando le ofrezcas un producto que se manifiesta a través de una experiencia que cala e impacta.  Para correr, primero aprende a caminar, y antes a gatear.

Como dijo Ed Sheeran en su reciente visita a Chile, respondiendo a la pregunta de un periodista de Las 40 Principales (¿qué consejos le darías a los músicos chilenos que buscan darse a conocer en la música?), y que se aplica cualquier realidad:

- "No importa de dónde seas; importa lo duro que trabajes, por eso escribe tantas canciones como puedas; has toneladas de shows para ser un artista con experiencia.  Yo no sé cómo es la escena musical chilena, no sé si las disqueras están basadas aquí o en otro país de este continente, pero en mi caso, yo tuve que irme a Londres para realizarme, pero yo ya había hecho el trabajo para ser un cantautor con experiencia.  Por eso, practica tanto como te sea posible en composición y actuación en tu país, y si tienes que irte a otro lado para realizarte, hazlo, pero llega preparado”.

Finalmente, les dejo una infografía sobre 9 grandes mentiras en la industria musical para artistas nuevos.  Hasta la próxima entrada.



Mayo 2017