viernes, 2 de febrero de 2018

EE.UU.: NUEVAS REGLAS EN EL STREAMING (QUE TRAERÁN COLA)



Una buena noticia para autores y compositores que puede desencadenar una serie de cambios en el tablero del streaming en cuanto a liderazgos en el mercado,  aunque tal vez sean los usuarios quienes no queden muy contentos...


















Varias veces hemos tocado en este blog el desequilibrio que existe en el reparto de las regalías provenientes del streaming en Estados Unidos, el mercado musical más grande del mundo, y de las diferentes acciones y lobbys que se están efectuando para cambiarlos.

Esta vez los compositores han ganado una gran batalla en el país del norte, ya que hace apenas unos días el Copyright Royalty Board de Estados Unidos (CRB), un consejo federal de derechos de autor, falló a favor de que se incrementen las regalías por streaming para compositores y editoras musicales en casi un 44% con el fin de reducir la brecha financiera que los separa de las disqueras.  Esta decisión anunciada el fin de semana pasado (27 de enero) se deriva de una disputa legal entre los compositores y diferentes plataformas de streaming como Spotify, Apple, Google, Amazon y Pandora.

Hasta hace poco, las plataformas destinaban un porcentaje de 10.5% para los compositores, por lo que la CRB dictaminó que a partir de ahora este debe ser de 15.1%, es decir un aumento del 43.8%, una cifra record para compositores y editoras, pero que revisten, además, de algunas disposiciones complementarias igualmente importantes. 

Por ejemplo, se han establecido recargos por demoras en los pagos, lo que obliga a las plataformas a acelerar y reducir los tiempos de pago.  Asimismo, obtuvieron ventajas que se traducen en una optimización en la base de cálculo, que reemplazan a las bizantinas operaciones que usaban las plataformas para el pago de las regalías; ahora se ha establecido una fórmula simplificada basada en el concepto "mayor de".  Las condiciones anteriores involucraban docenas de cálculos complicadísimos cuyo resultado eran diferentes y enredadas fórmulas, cada una más compleja -e incomprensible- que la otra, por lo que se ha optado por reducir los cálculos a dos simples variables: la nueva tasa se basará en un porcentaje, ya sea de los ingresos o de los content costs, lo que resulte mayor (los content costs son los montos que se le pagan a los sellos y que se negocian sin mayores restricciones legales).  A diferencia de las discográficas, los acuerdos con autores, compositores y editoras sí suelen estar sujetos a muchísimas trabas y condiciones legales, por lo que esta nueva norma les da acceso un poco más justo a lo negociado en el libre mercado. Además, con esto último se han eliminado topes y  limitaciones a los que las tarifas de regalías de autor habían estado sujetas.

Este histórico fallo es el resultado de una demanda iniciada por NMPA (Asociación Americana de Derechos de Autor) y la NSAI (Asociación Internacional de Compositores Nashville) después de que fracasaran las conversaciones con las plataformas de streaming en noviembre del 2016.  Los compositores le habían pedido al CRB que les otorgaran una tarifa por stream (algo que no consiguieron), ya que, en los últimos 10 años, desde los inicios del streaming, las regalías de autor se basaron estrictamente en un porcentaje de los ingresos diferenciados de cada servicio de transmisión, colocándolos a merced de toma de decisiones corporativas bastante subjetivas, un modelo diseñado para ayudar a impulsar una industria en ciernes, pero que había dejado de ser útil hasta el punto de convertirse en un conflicto de intereses.

En setiembre, el compositor Rodney Jerkins, expuso estas diferencias en el Recording Academy’s District Advocacy Day en Los Ángeles.  Como co-autor de "As Long As You Love Me", un top 10 de Justin Bieber en 2012, Jerkins presentó el estado contable de dicha obra: para el 2013, la participación de Jerkins en la canción generó US$ 146,000 en regalías de comunicación pública, mientras que los ingresos por streaming en el mismo período fueron de $ 278 por 38 millones de reproducciones en Pandora y $ 218 por 34 millones de transmisiones en YouTube. "Si hubiera tenido el 100% de la composición de la canción, hubiera ganado apenas $ 1,100 de YouTube; esos números son criminales", anotó.

David Israelite, presidente de la NSAI, declaró a Associate Press que "la relación entre lo que le pagan a los sellos y lo que le pagan a los editores ha mejorado significativamente: por cada $ 3.82 para el sello, los autores/editores obtienen $ 1.  Si bien aún no es una división justa, estos términos son el mejor escenario que los compositores hayan logrado en la historia de los EE. UU., lo cual es sumamente importante pues el streaming interactivo continúa dominando el mercado".

Si bien aún faltan las apelaciones, resulta curioso que Apple (a quien el incremento estoy seguro no le hace ni cosquillas) haya reconocido en pleno debate que la estructura de las tasas de regalías era "demasiado compleja" y "económicamente defectuosa", abogando a favor por "una tarifa única por stream y homogénea para todos los servicios", según artículos publicados en la revista Variety (algo que la NMPA pidió y que finamente no consiguió).

Creo que es un tanto difícil que estas nuevas normas y ratios de regalías logren inquietar siquiera a gigantes como Google, Apple o Amazon, ya que sus servicios de streaming son en realidad un complemento de otros productos o servicios que constituyen la mayoría de sus ingresos; sus divisiones más rentables podrían absorber sin ningún problema el impacto sin necesidad de modificar sus modelos (no por nada son las empresas más ricas del mundo).  Quienes sí podrían sentir la presión son las plataformas “pequeñas” dedicadas 100% al streaming como Spotify, Pandora, o Deezer. Recordemos que en los últimos estados financieros de Spotify -el líder del mercado- se veía que sus principales costos (cerca del 70%), constituían costos de contenido y pago de licencias, por lo que al incrementarse, hoy más que nunca surge la posibilidad de que hagan algo a lo que se venían resistiendo a capa y espada, algo intocable, casi sagrado, y determinante para la conversión de usuarios y el aumento de la participación de mercado: el precio de suscripción.  Ante este nuevo escenario, van a tener que re-evaluarlo.

Es más que seguro que en los próximos meses asistiremos a movidas muy interesantes en la industria del streaming.


Febrero 2018