Mi amigo Willi Jimenez de Rock
Achorao’ tituló así hace poco un post en Facebook compartiendo un artículo que me hizo acordar una canción del
grupo colombiano liderado por Jorge Villamizar, Bacilos, que coreaba “…yo sólo quiero pegar en la radio, para ganar
mi primer millón…”, una pegajosa canción que caricaturizaba el sentimiento
y objetivo de cualquier artista emergente -con mayor o menor exactitud- pero
que reflejaba el fin primordial de todos ellos de manera directa: sonar en la
radio.
Hoy en día muchos músicos de rock
y pop, si no la mayoría, se quejan sobre la falta de “apoyo” (aghhh… odio esa
palabreja) de los medios de comunicación tradicionales hacia sus
producciones. Las cosas han llegado a
tal punto que hasta se ha tratado de hacer proyectos de ley para tener una
cuota de música nacional en los medios de comunicación (en lo cual yo estoy
100% de acuerdo siempre y cuando se haga de manera estructurada, como lo
escribí en este
post). Mucha gente se cuestiona si para
“triunfar” en la música, ante la existencia del streaming, es necesaria aún la
radio, y mi pensamiento es -al menos en el Perú, y relacionando la palabra “triunfo”
con “popularidad”- que sí, definitivamente (y lamentablemente, para algunos).
La radio convencional sigue
siendo la manera en que el 89% de peruanos consume música (GFK,
diciembre 2015), así que quitémonos la careta, y por más que no lo queramos ver, sonar en radio le garantiza a un artista la popularidad que puede convertir en
ingresos. Al Streaming le falta aún
mucho camino para cuajar en nuestro país (1), no obstante, por más que sólo un
9% use el Streaming para consumir música, vale la pena echarle una mirada…
Hablemos específicamente de rock
y pop, y para no entrar en disquisiciones, tratemos de generalizar el tema. Es claro que las radios no pasan música
local, y si lo hacen, son temas de no menos de diez años de antigüedad. Se dice que es lo que el público quiere
escuchar, que no existe música actual con estándares altos, que se han hecho
experimentos y han fracasado, y muchas otras razones. No voy a profundizar en ello pero sí echar
una mirada a lo que ese 9% de la población escucha en Streaming, y vamos a Spotify
por ser la plataforma más popular en el país.
En la lista “El Top 50 de Perú”
(revisado el 17/02/2017), que no es más que un ranking de las canciones más
sonadas en todo el país, no hay artistas locales, todos son artistas internacionales;
mucho reggaetón (o “latin urban”, como se les ha dado por decir a algunos modernitos),
mucho latin pop, algo de pop, salpicado de putirock y prostipop (😊)… Desde Maluma hasta Ed Sheeran, pasando por
Shakira, Ricky Martin, Calvin Harris, Bruno Mars, Katie Perry, o Wisin. Ni un solo artista local. En esta lista (que creo que es semanal), se
pueden ver la cantidad de reproducciones, por lo que uno puede hacer los
seguimientos respectivos.
Razones de la ausencia de música
local pueden existir varias, y una de ellas puede ser que los artistas locales
no pueden competir con los internacionales por el aparato comercial y de
mercadeo que tienen detrás (y tal vez no le falte razón). Felizmente Spotify nos trae una herramienta
en la cual se eliminan los artistas “crossover”, es decir, los que son comunes
a todos los mercados, y elabora una lista de aquellos artistas que sólo suenan
en un mercado específico (país o ciudad), lo que le llaman música distintiva:
música tocada "desproporcionalmente relativa" a otros países, por lo que se
traduce en una lista de artistas locales casi en su totalidad. El resultado es un muy interesante ranking que
vale la pena analizar.
¿Qué llama la atención? Los
personajillos de la farándula y chicos reality la rompen (Mario Hart, Leslie Shaw,
Korina Rivadeneyra, etc.); la salsa y lo tropical tiene mucha presencia
(Zaperoko, Son Tentación, Los 4, Charanga Habanera, etc.), la cumbia y
variantes tiene sus fuertes representantes (Armonía 10, Corazón Serrano, Clavito
y su Chela, Deivis Orozco, Papillón, etc.), y que la bachata está fuertísima
(sorprende la española Vicky Corbacho). El rock y pop también existe, pero -oh
casualidad- con canciones muy antiguas: Los Patos y las Patas, Un Vino Una
Cerveza, Carreteras Mojadas, Degeneración Actual, Un Día Sin Sexo, Suna, etc. Todo
viejo, nada actual, igual que nuestro dial.
No hace falta ser un mago para
darse cuenta que, de lo que se escucha en Streaming, lo que tienen en común no
sólo el rock/pop, sino todas las canciones de todos los géneros, es que son -en
su gran mayoría- composiciones para
divertirse, para bailar, alegres; "up-lifting", como dirían los gringos.
Ahí están los nosequienes, ahí están los ríos, ahí están los libidos, los mardecopas y
los amenes; ahí siguen estando los
que hacen música con mayor o menor nivel de complejidad, pero simple, divertida, bacilona, pilas, o hasta tonera. Parece
que la mayoría de peruanos no queremos escuchar música que nos angustie y
deprima, nada de denuncias sociales, dudas existenciales, hipster filosofando, indie-folk de nicho, rabiosos rockeritos o alquimistas rítmicos…
No hago un juicio de valor, pero,
a la luz de esto, veo que el rock y pop actual está totalmente divorciado del
gusto popular... Como para pensarlo ¿no?
Creo que Jorge Villamizar, ya
como solista, sigue teniendo razón con eso de “…y todo lo que quieres es
bailar…”
Febrero 2017
(1) En
el Spotify Insights, en Perú figuran
sólo dos ciudades con data relevante de Streaming (Lima y Arequipa), mientras
que en países vecinos hay tres o más, lo que denota una brecha digital aún muy grande.