Amazon es una compañía
reservada. No hace tanta bulla ni
aspavientos como Apple o Spotify, pero avanza como un caballo.
Hace ya un buen tiempo se subió
al carro del streaming. Ante la caída de
las ventas de soportes en físico y el crecimiento del streaming, entró a la
guerra a través de dos productos, el Amazon
Prime Music y el Amazon Music
Unlimited. La diferencia entre estos
dos servicios es muy simple: la cantidad
de canciones disponibles; mientras que el primero dispone de unos dos millones de
canciones, el segundo cuenta con decenas de millones, comparable con los más
fuertes jugadores.
Pero ojo, Amazon no va a la guerra
armado con palos y piedras; al contrario, va en su Enola Gay, tiene varias Little
Boy, y puede liquidar todo en un triz…
Adapto a continuación un artículo
originalmente escrito por Mark Mulligan de Midia
Research, en donde veremos la fragilidad del reinado de Spotify.
Sumando a los usuarios de Amazon Prime Music y Amazon Music Unlimited, vemos que
actualmente el gigante del comercio electrónico tiene cerca de 16 millones de
suscriptores pagados, ocupando un tercer lugar con el 12% del market share, sólo por
debajo de Apple Music (28.32 millones, 26%) y Spotify (53 millones, 40%), según
data de Midia Research.
Pero profundicemos; Amazon Prime es un servicio ofrecido por
Amazon que permite tener una membresía especial ofreciéndole al suscriptor (y a
su familia) una serie de beneficios en toda su gama de servicios, como por
ejemplo envíos rápidos y gratuitos ilimitado, opciones de two day shipping gratis,
streaming de películas y libros para Kindle completamente gratis, etc. Sólo en sus principales mercados (E.E.U.U.,
Japón, Alemania y Reino Unido), suman 40 millones de suscriptores, y apenas el
35% de ellos son usuarios de Amazon Prime Music.
Mientras que la mayoría de
servicios de streaming basan sus objetivos a través de factores como cantidad
de smartphones, penetración de planes de datos, convenios con telcom’s, y, en el caso de Apple, además,
con cantidad de personas con cuenta en Itunes,
todas ellas indefectiblemente van a tener que convencer a la gente de pagar por
un servicio premium de música. Sin embargo, lo único que Amazon tiene que hacer es convencer a esos otros 26
millones de usuarios de Amazon Prime de usar su app de música, ¡completamente gratis! Es decir, con una campaña simple, pueden
subir de 16 a 42 millones de usuarios, desplazando a Apple Music a un tercer
lugar, y pisándole los talones a Spotify, quien sigue perdiendo dinero,
mientras que Amazon gana cada vez más.
Además, Amazon cuenta con otra
arma secreta: Echo, su ¿parlante-asistente inteligente?, del cual sólo el primer
día vendió 13 millones de unidades y que están como robots durmientes esperando
activación…
Pero no todo queda allí, como si
fuera poco, Amazon tiene otro as en la manga: CD’s. En Japón y Alemania, los 2º
y 4º mercados de música en soportes grabados más grandes del mundo, las ventas
físicas de música son la mayoría de los ingresos, mientras el streaming continúa
su crecimiento. A medida que se desarrollen esos mercados, la transición del físico
a digital saltará directamente al streaming.
Entonces, ¿qué mejor manera de hacer eso que teniendo una relación ya
establecida, robusta y fuerte de clientes y suscriptores? Amazon ya tiene una base de Prime Music muy
fuerte en Alemania y podría convertirse en el servicio de suscripción líder
dentro de muy poco.
Con las guerras entre Apple,
Tidal y Deezer peleándose palmo a palmo cada suscriptor, con la molestia de
gremios en la industria musical respecto a los desbalances en los repartos a
los titulares de derechos, con el líder Spotify arrojando pérdidas año a año
sin lograr consolidar su modelo de negocio, lo que tiene sumamente nerviosos a
sus stakeholders, el terreno está sumamente inestable y sinuoso.
Mientras tanto, Amazon se va
metiendo poquito-a-poquito-suave-suavecito en el mercado, sembrando aquí y allá diversos agentes que sólo esperan su activación, y eventualmente pulverizar el status quo.
Será cuestión de tiempo.
Julio 2017