Imagínate que un día, no importa
si para bien o para mal, escogiste contra viento y marea dedicarte a los
negocios musicales, segmento ya de por sí difícil en el Perú. Eliges la producción de conciertos como tu core, llevando a cabo conciertos de las
mejores bandas nacionales, y peor aún, tu escenario son provincias, en donde la
infraestructura en algunos casos escasea y tienes que montarlas desde
cero. Tus costos de producción se
elevan, sin duda, pero tú quieres ofrecer un espectáculo de calidad; estás
dispuesto a ponerle no sólo todas las ganas, sino también invertir todos tus
ahorros en una actividad altamente volátil e incierta.
Pero tú eres ambicioso; eso no te
amilana y estás decidido a proveer a tu público los mejores artistas que puedas
y la mejor organización que seas capaz de realizar. Haces tu primer concierto y los resultados
son halagadores. Poco a poco -con altas
y bajas, éxitos y fracasos, pero sobre todo, acumulando experiencias- comienzas
a ganar terreno y prestigio como organizador de conciertos, o mejor dicho,
festivales, porque luego de algunos años, ya no con conciertos pequeños, sino
más bien festivales con muchas bandas, las más conocidas y las no tanto. Ahí están Mar de Copas, Frágil, Raul Romero,
Amén, Líbido, La Sarita, Leslie Shaw, Miki Gonzalez, Laguna Pai, We the Lion,
Daniel F, Cero Balas, Gaia, Buraco, La Mente, Uchpa, Cuchillazo, Viralatas, Bareto,
Trémolo, La Liga del Sueño, Pepe Alva, Kanaku y el Tigre, y teniendo a Cusco, Arequipa o Huancayo como
escenarios.
Es más, en algunos de esos
festivales te animas a traer una banda internacional, pero no; lo tuyo tiene
sabor nacional, quieres que tu público disfrute de su música, y te das el lujo
de incluir artistas locales, propios de la ciudad en donde estás presentando tu
festival, que -muy a tu estilo- le pones como título una arenga genérica y
patriótica, que sirve para identificar lo que puede convertirse en una gira
nacional, y qué mejor, una marca.
Comienzas a captar la atención de
auspiciadores, grandes marcas; ya estás entrando a ligas mayores. Tu negocio se amplía, pues no solo ves en la
venta de entradas un ingreso, sino en la venta de la cerveza tal vez el mayor
potencial, lo que obliga a diversificar tu cartera y modernizar tu marketing,
ofreciendo ofertas de oportunidad (descuentos), campañas de conveniencia (dos x
uno), de imagen (descuentos por donaciones) o multiplicar el servicio (after party’s).
Pero no todo es color de
rosa. Has tenido que pelear con la informalidad,
has tenido que luchar contra la burocracia, y le has puesto el pecho a las
dificultades Tanto que el negocio ya
tiene interiorizado que dentro de tu plan de acción existen estrategias de
mitigación para enfrentar esos problemas que ponen en riesgo la operación. Pero hay cosas para las que no estás
preparado…
Vas a hacer tu festival en la
ciudad imperial, pero la fecha la tuviste que posponer porque pecaste de
ingenuo -o tal vez de exceso de confianza- al pensar que el local elegido
contaba con el permiso de funcionamiento de Indeci, para luego darte con la
sorpresa que sólo estaba “en trámite”. Gran dolor de cabeza (y de bolsillo)
porque ya montaste todo para que Indeci verifique, y que al final te dice “no”,
pues no puede emitir una licencia para un evento en un local que aún no tiene
licencia de funcionamiento. Cometiste un
error que tu experiencia debió haberte enseñado, pero al mejor cazador se le va
la paloma… una sola vez. Se podrían desprender a partir de aquí
innumerables irregularidades, pero si lo hago no terminaría nunca, así que
continuemos.
Decidido
a sacar adelante tu festival, se te presenta la virgen, y aparece la
oportunidad de realizarlo en un local de una municipalidad a cuyo alcalde le
interesa no solo por la imagen y el movimiento, sino también por el tema de las
donaciones. Entonces vuelves a armar toda tu
logística, haces tu promoción, gastas dinero extra en los problemas logísticos
que el aplazamiento te generó, pero ahí vas, sobreponiéndote a las dificultades
porque estás comprometido con tu gente y contigo mismo.
Pero entonces te cae la bomba… Ese mismo alcalde con quien firmaste una carta convenio en donde te cedía el local para tu festival, ese mismo que te puso en contacto con su Gerente de Desarrollo Económico, ese mismo que te recomendó con el administrador del local para el montaje de toda la infraestructura, esa misma autoridad que sabiendo que tienes que tener todo montado para que Indeci de la autorización del evento, te pide que para poder continuar con el espectáculo, debes “pagarle el 100% de la taquilla que se recaude en boletería, y el poder negociar con el auspiciador de bebidas (cerveza) para que también sea parte de su beneficio” (1).Es decir, te está pidiendo el 100% de la taquilla como "coima", y vender él (o el municipio) la cerveza, cuando a falta de pocas horas de que comience el evento (porque sabes que Indeci debe inspeccionarte con tan poca anticipación) tú ya tienes todo montado.
Pero entonces te cae la bomba… Ese mismo alcalde con quien firmaste una carta convenio en donde te cedía el local para tu festival, ese mismo que te puso en contacto con su Gerente de Desarrollo Económico, ese mismo que te recomendó con el administrador del local para el montaje de toda la infraestructura, esa misma autoridad que sabiendo que tienes que tener todo montado para que Indeci de la autorización del evento, te pide que para poder continuar con el espectáculo, debes “pagarle el 100% de la taquilla que se recaude en boletería, y el poder negociar con el auspiciador de bebidas (cerveza) para que también sea parte de su beneficio” (1).Es decir, te está pidiendo el 100% de la taquilla como "coima", y vender él (o el municipio) la cerveza, cuando a falta de pocas horas de que comience el evento (porque sabes que Indeci debe inspeccionarte con tan poca anticipación) tú ya tienes todo montado.
Eso se llama abuso, eso se llama engaño,
eso se llama corrupción, eso se llama chantaje, eso se
llama extorsión. Te das cuenta que esa autoridad está sacando ventaja desde una posición de
poder sabiendo y calculando que tú como empresario estás entre la espada y la
pared, y en una situación absolutamente vulnerable. Te das cuenta que los delincuentes de la peor
calaña son expertos en eso.
Lamentablemente, lo escrito hasta antes de la bomba es en
parte ficción y romanticismo puro, es casi un invento mío. Pero lamentablemente
también, lo que han leído hasta después de la bomba, parece ser verdad, según
lo denuncia Walter Alarcón, empresario artístico responsable del
festival Viva Perú, que desde hace unos años se realiza en
diferentes ciudades del Perú, y que fue víctima -según lo describe en su
propia fan-page – de un chantaje del alcalde del alcalde de la
Municipalidad de Santiago, en Cusco, Ing. Franklin Sotomayor Apaza.
No conozco personalmente a Walter Alarcón; sólo he tenido
contacto con él a través de una llamada telefónica. Afirma y escribe
tener todo grabado, pero que no lo quiere sacar a la luz al menos hasta que
termine el festival, que finalmente se pudo hacer en un complejo del IPD en Cusco
el domingo último.
Walter Alarcón está cansado; Walter Alarcón está desilusionado; el empresario ya quiere tirar
la toalla, ya no quiere seguir en este negocio, ya no quiere dedicarse a esto,
por lo menos en el próximo año, pues piensa que no es justo que tantos años de
esfuerzo y de brega por sus ideales (comerciales o no, es lo de menos) y todo
el trabajo de una empresa que quiere hacer negocios y ganar dinero en buena
lid, esté en manos de personas como aquel alcalde.
A quienes empiezan recién su carrera profesional, que entre
los que leen este humilde blog, son muchos, se van a encontrar con este tipo de
lamentables situaciones a diario. Sepan que van a tener que luchar con
ella. Sepan que esto sucede en todos los géneros, en algunos
más en algunos menos, pero ojalá sean conscientes que siempre pueden decir no,
y denunciarlos.
Sería una lástima que Walter Alarcón se deje vencer por la
corrupción. Sería una lástima que un sector tan altamente productivo de las
industrias culturales siga viviendo de espaldas a las normas y se abra paso en
medio de la informalidad, a merced de la pobredumbre, mediocridad y felonía.
Octubre 2017
(1) Palabras textuales extraídas del comunicado de Viva
Perú, publicado en su fan-page el 30 de setiembre, puede
verse aquí