No cabe duda que los servicios de
streaming han ayudado a provocar un
renacimiento en la industria de la música. Solo este año, las principales
discográficas informaron ingresos récord después de años de caída en
picada. Pero la pregunta del millón es: ¿Cuánto ganan realmente los artistas?
Saberlo a ciencia cierta, con las
intrincadas fórmulas que tienen estos servicios para calcularlos, más los
intermediarios que los artistas tienen (los sellos y los agregadores), la tarea
es bastante difícil, pero felizmente existen data que se acumula durante años y
servicios que las procesan.
Apenas el 2017, lo amigos de Information is Beautiful actualizaron
un estudio similar que hicieron hace un par de años, y compararon los
principales servicios de streaming de
música a nivel global: Napster, YouTube, Pandora, Apple Music, TIDAL, Google Play, Deezer y Spotify. El equipo rastreó la siguiente
información para artistas firmados e independientes:
- Ingresos del artista por stream.
- Total de usuarios (en millones) por plataforma.
- Porcentaje de usuarios gratuitos en la plataforma.
- Streams necesarios para ganar un salario mínimo mensual americano (US$ 1,472). En la infografía que presentamos (pueden descargarla en alta resolución aquí) lo adaptamos a un monto mensual de US$ 500, poco más del promedio de un sueldo mínimo en Latinoamérica (que bordeó los US$355 en el 2017)
- Pérdida anual total reportada por la plataforma de transmisión.
- Pérdida anual por usuario.
Veamos algunos hechos
resaltantes.
Napster registra los pagos por stream más altos, pagando a los artistas
$ 0.0167; pero así como está en primer
lugar en pagos, también lo está en primer
lugar en pérdidas por usuario: por cada usuario que tiene, Napster pierde $
7.78.
También lidera la tabla de las
plataformas en donde menos streams se
necesitan para ganar quinientos dólares; buenas nuevas para un artista: por poco
menos de 30,000 pasadas, ya puede pensarse en algún tipo de retorno, pero la
mala noticia es que está en segundo lugar de las que menos usuarios tiene (apenas 5 millones). Es decir, hipotéticamente pensando (porque en
la realidad no sucede así), si pegaras un poco solo Napster, aún no serías
trascendente a nivel global.
En cuanto a Spotify, antes de su salida a la bolsa, este era el escenario: si
bien es uno de los que tiene la mayor
cantidad de suscripciones pagas, los artistas a menudo se quejan de pagos montos.
De acuerdo con Information is Beautiful, el streamer
sueco paga $ 0.0038 por transmisión a artistas independientes. Eso significa
que para que un artista gane un mínimo de US$ 500, necesitaría más de 132,000 reproducciones. Frente a su panorama financiero, Spotify
bloqueó recientemente los acuerdos de licencia a largo plazo con las majors, y tiene 159 millones de usuarios
en total (sumando como usuarios individuales a todos los miembros de un plan
familiar). Según Information is Beautiful, el 55% usa su servicio gratuito,
pero las pérdidas en la compañía
continúan creciendo; según los analistas, se calcula una pérdida anual de $
426 millones, por lo que cada usuario le cuesta a la compañía $ 2.68.
Con la salida a la bolsa de
Spotify en abril y el dinamismo del sector, es muy factible que estos números
cambien; habrá que esperar a saber qué lado será el que se beneficie.
Lo que sí es un hecho, es que esperar
ganar dinero de YouTube es casi
imposible, y eso es lo que la mayoría de artistas, discográficas y
organizaciones musicales vienen reclamándole a Google. La compañía de Mountain View ha tratado de
defenderse afirmando pomposamente que han pagado más de mil millones de dólares,
pero los números hablan por sí solos.
Si bien la plataforma tiene mil
millones de usuarios, el equipo de Information is Beautiful calcula que solo menos
del 1% se ha suscrito a YouTube Red, su servicio de pago, por lo que para que un artista gane un monto de US$
500 de YouTube, necesitaría más de 833,000 reproducciones. Además son los
que menos pierden por cada usuario (17 centavos), y pagan apenas US$ 0.0006 por
stream… La industria de llama el Value gap, y la IFPI le dedica sendos capítulos en cada reporte
anual.
Ya se corren rumores que esto
puede cambiar empezando por Europa, pero un hecho es totalmente cierto: tal
como está hoy por hoy el juego, el streaming no es negocio para nadie,
ni para las plataformas, ni para los artistas, solo -aparentemente- para las majors y los agregadores.
Todos los jugadores de la
industria están obligados a encontrar un camino viable, o comenzarán a experimentar
el peligroso efecto del péndulo, con el riesgo que a mitad de camino el eje se
rompa, y el reloj deje de funcionar.
Junio 2018