Hablar de los diferentes formatos en la industria musical es tal vez una de las discusiones más estériles e inútiles en las que uno pueda enfrascarse, ya que pueden intervenir detalles como la fecha del invento, el impacto, la popularidad del formato, u otro tipo de particularidades - generalmente a partir de interpretaciones personales - como si lo que hay que considerar son las unidades vendidas en vez de los ingresos obtenidos, amén de las innumerables modificaciones o mini adaptaciones que alguno de ellos haya tenido para que sea considerado un formato, o el mismo uso que se le dio, en fin; es realmente un callejón sin salida.
Lo cierto es que todo es válido, pero a la vez discutible. No obstante, lo que sí es innegable es lo fundamental del papel de la tecnología para definir a la industria musical, y particularmente la discográfica.
Desde el big bang de la industria hasta el actual modelo de consumo
del streaming-on-demand, me atrevo a hacer un grosero compendio de los principales
formatos que dominaron la industria musical y los años de permanencia,
permitiéndome tomar una licencia para declarar “la muerte” de algunos formatos, aunque
aún existan. Casos particulares los de
los vinilos, a los cuales -si bien aún se consumen- les pongo fecha de
defunción en 1991 cuando los ingresos totales del formato fueron derrocados por
los del cassette; y el del CD, cuya fecha de extinción la sitúo en el 2014, cuando los ingresos de lo digital en conjunto superan los del físico. Como resumen, podemos ver el siguiente cuadro:
Por supuesto que puede haber discrepancias, no solo en fechas sino también
en lo que son o no formatos; la web está
plagada de interesantísimas infografías y timelines de los formatos,
como esta,
esta, o esta otra; aquí les presento la
mía, sobre todo como una guía referencial de los años que cada uno de los principales
formatos dominó el mercado.
Espero la encuentren interesante, y si quieren bajarla en alta resolución, pueden
hacerlo aquí.
Octubre 2019