lunes, 15 de julio de 2019

LA REVOLUCIÓN DISCOGRÁFICA


Que la industria está cambiando, no cabe ninguna duda, pero a veces es tal la rapidez de dicho cambio que las cosas nos pueden llegar a sobrepasar.  Desde hace algunos meses quería escribir sobre un nuevo sello musical nacido en Suecia (claro, cuando no innovando) que está sentando un nuevo modelo de negocio y puede llegar a revolucionar la forma en que se relacionan las compañías discográficas, agregadores y artistas, dentro de la cadena de valor de la industria.


Hace unos tres años o poco más, escuché de un sello discográfico “móvil”, y entre tantos cambios, novedades y múltiples quehaceres, no pude hacerle el seguimiento si no hasta febrero de este año, en donde leí un artículo en el interesante portal colombiano Shock, en donde publican una entrevista a Diego Farías, CEO de esta disquera de la próxima generación, tal como ellos se autodenominan: Amuse

Fundada por ex-ejecutivos de grandes protagonistas de la industria (Sony Music, Spotify, Universal, Warner, entre otros) es un sello discográfico móvil -sí, así como lo lees, un sello que es una app- en el cual los artistas a través de una app pueden subir sus canciones directamente a diversas plataformas, y de forma gratuita.
 
Para entender un poco más, el mismo Farías lo explica en Schock: “La distribución digital ha existido durante los últimos 20 años más o menos, no ha cambiado mucho y el modelo de pago ha sido casi el mismo.  Estos servicios cobran por su uso y hay un montón de artistas que sueñan con participar del mundo de la música, pero son servicios que no han sentido que necesitan mejorar su oferta. Por eso, creímos que, si podíamos construir la experiencia para móvil, sería un cambio tremendo. Y, además, si podíamos hacer la distribución gratis, eso sería un punto de inflexión total. Nuestro servicio es 100% gratis. Si el artista sube su música con Amuse y gana 100 dólares él se queda con 100 dólares. Así de fácil es. La distribución para nosotros solo es un servicio para encontrar el próximo talento, así que en nuestro servicio de distribución todas las regalías las devolvemos al artista”.

Esa explicación apela al gancho de esta disquera como un agregador que no le cobra nada al artista.  El verdadero negocio de Amuse no está en la distribución digital, si no en la firma de artistas.  Para saber como lo hace, sigamos leyendo las declaraciones de Farías: “Los sellos siempre han invertido en encontrar talento. Según los reportes de IFPI, aproximadamente un 25% de su dinero se invierte en ello. Nosotros, que sabemos cómo funcionan los sellos, reconocemos que es difícil, porque no hay ninguna manera de comprobar al comienzo del viaje qué talento va a ser bueno. Así que vimos que utilizando datos del consumidor, que es lo que coleccionamos en Amuse, podríamos atacar el mismo problema desde un ángulo totalmente diferente. Con nuestro modelo podemos saber con seguridad cuál va a ser el futuro de una canción o de un artista en una parte más temprana de su carrera”.

Ahí está el kid de asunto; a través de su participación en el mundo del streaming, Amuse detecta a través de un software cuando hay un artista que está destacando entre los demás, y lo contacta directamente para negociar contratos de manera muy abierta; una suerte de A&R virtual….  Quizás la principal diferencia con una disquera convencional, es que lo que se negocia es la distribución digital, no la compra del derecho.  Es decir, que cuando esa licencia termina, el derecho, o sea, la propiedad del master en el entorno digital, vuelve a manos del artista. 

Farías lo explica de esta manera: “Tenemos un sistema de análisis que se llama Lil Data (nombrado así como un juego de palabras alusivo al nombre de raperos como Lil Wayne o Lil Kim). Lil Data selecciona artistas que están utilizando el servicio y que, de diferentes maneras, están mostrando algún tipo de potencial. Ya que están usando nuestro servicio y tenemos su información nos podemos contactar con ellos de una manera rápida.  Normalmente, compartimos las regalías en una manera más equitativa que las major. Si tú firmas con una major, por tu primer contrato, si te pagan más del 15% de tus regalías es sorprendente. Recibirías 18% si eres un artista más grande, pero ese sería un 18% después de un montón de descuentos. En Amuse tú nunca ganas menos de 50% de las regalías o de las ganancias del proyecto porque lo que hacemos es que invertimos en el proyecto: puede ser un adelanto, puede ser marketing, pueden ser diferentes cosas; dinero para hacer un video, lo que sea. Cuando esas cosas se han recuperado, ahí empezamos a repartir por lo menos 50% al artista”.

Simple, te distribuyo gratis, y si destacas, te convierto en mi artista.  Sounds like heaven.  Si esto no suficientemente disruptivo, tal vez uno de los factores que más lo sea es su sistema Fast Forward, un servicio que le da la oportunidad a los artistas de adelantar sus regalías futuras. “Fast forward realmente es revolucionario- continúa Farías- Es un sistema loco. Es un sistema que analiza más de 36.000 millones de datos. Lo que hacemos es que utilizamos aprendizaje automático. Esto nunca se ha hecho en el mundo de la música para poder proyectar regalías futuras. Es una cosa de último nivel. Con este sistema nosotros le permitimos a artistas obtener sus regalías futuras. Normalmente ha sido un servicio solamente para artistas que firman con majors como Warner Music, Sony, Universal. Ahora nosotros estamos abriendo esa puerta a artistas independientes para que puedan tener el control de sus derechos”.  Imagínate que ya lanzaste canciones vía Amuse, y quieres grabar tu próximo ep; entras a Fast Forward y con un click su sistema de análisis te informa si calificas para que te adelanten tus regalías futuras.  Si es así, ya tendrías tu financiamiento para tu nueva producción.  ¿Cómo decide Amuse qué artistas califican o cuáles son los requerimientos para el Fast Forward? Por ahora es una incógnita, pues aún no han hecho público ningún detalle sobre la elegibilidad.

Lo que está haciendo Amuse es realmente innovador, creando un trato más horizontal entre la disquera y artistas, amalgamando servicios de agregador sin costos para el artista, detectando a través del análisis de data el potencial artístico-comercial de sus clientes, pero entendiendo sin embargo que no todo puede ser reducido a números, por lo que montan oficinas físicas en mercados con potencial, con gente experimentada de la industria.  Esto para las operaciones de la empresa puede constituir un overhead peligrosamente grande, que, de no contar con una disciplina financiera estricta se puede convertir en el principal causante de eventuales resultados negativos. ¿Eliminarán a las demás agregadoras?  No lo creo.  Entendamos que es un jugador más y en la medida en que más y más artistas suban sus canciones, la valla para ser firmado (el objetivo ideal) será más alta, pero sin duda dinamizará el sector.  ¿Pondrán en riesgo a las otras empresas discográficas? De ninguna manera, pero estoy seguro pueden abrir nuevas formas de ver el negocio por parte de las majors, ejerciendo presión en la forma de cómo es la relación artista-disquera.  El potencial es tan grande que firmas como Lakestar y Raine Ventures, grandes organizaciones de fondos de inversión y capital de riesgo, apostaron por Amuse, quien levantó poco más de 15 millones de dólares en una ronda de Serie A (ojo, Raine Ventures no es ajeno a estos negocios, ya que el 2017 tuvo una fuerte participación en SoundCloud).

Shock remata su artículo diciendo que “ahora, la lectura de data, los números, las proyecciones y los algoritmos son más determinantes. O por lo menos en un principio”, algo que ya habíamos avizorado aquí.

Buenos vientos en la industria.

Con información de shock.co y music:)ally

Julio 2019

lunes, 13 de mayo de 2019

ACTUALIZACIÓN: INFOGRAFÍA DE LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA DEL PERÚ V.2


Hace tres años, al poco tiempo de iniciar este blog, presentamos una Infografía de la Industria Discográfica en el Perú.  En esta oportunidad la volvemos a publicar aunque con un pequeño cambio; en esencia la misma, salvo por una variación importante en el mercado: a principios del 2019 venció el contrato de promoción que Warner Music tenía con Wika Discos, por lo que a partir de este año Wika solo se seguirá encargando de la venta del físico, y representará a Warner Chappell, la parte editorial de Warner Music Group; esta última acaba de abrir directamente operaciones en el país para promoción, venta digital, representación artística, new business, etc.

Consideramos entonces conveniente publicarla nuevamente, para que quienes ya la tienen la puedan actualizar, y para los que no, tengan información certera.  La versión en alta resolución pueden bajarla aquí.





Mayo 2019

lunes, 6 de mayo de 2019

LOS MALOS MANEJOS EN EL DERECHO DE AUTOR

Una noticia ha remecido el ambiente de las sociedades de gestión, y que compromete seriamente a la (casi ya no) sempiterna sociedad de autores de España, la SGAE; ya lo dice el dicho: "aquel que no aprende de su historia, está condenado a repetirla".


La Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores, CISAC, acaba de suspender a la sociedad española por no haber tomado los correctivos necesarios para evitar y solucionar el gran escándalo conocido como "La rueda", decisión que se ratificaría y entraría en efecto a fines de este mes, y que acarrearía serios problemas para SGAE.  Una serie de exigencias le fueron requeridas a la sociedad de gestión de autor, que aparentemente pasaron por agua tibia.  Pero para entender todo esto, es necesario retroceder y hacer un poquito de historia...

EL ORIGEN
Todo  comenzó  con  Teddy Bautista, el polémico presidente de la SGAE durante más de 15 años (que anduvo preso y  aún  envuelto en demandas por malos manejos en la sociedad).  Hace algún tiempo, Bautista buscó compensar a un segmento de compositores (autores de música  sinfónica,  por ejemplo)  tradicionalmente  relegados  por  compositores de   música moderna  -que normalmente recaudan mucho más-  al propiciar la emisión de su música en programas  nocturnos  de canales regionales, privados, e inclusive en Televisión Española.  No  es  difícil  de  entender  que una  canción gane más por ser emitida en un horario prime time que por la franja nocturna,  por  lo  que  posteriormente la  SGAE  aumentó la cantidad que se pagaba por derechos de autor por la música emitida en esa franja horaria. 

Esto lo explica muy bien Nando Cruz en El Confidencial: “El concierto que La Sexta emitió el pasado martes 18 de diciembre a las 6.30 de la madrugada tuvo 4.000 telespectadores. Un mísero 0,6 de share. En horario nocturno de prime time, las audiencias oscilan entre el medio millón y el millón y medio. Si el reparto de derechos fuese proporcional a la audiencia de cada franja (que es lo que marca las tarifas de publicidad que financian las cadenas), la proporción de dinero que genera el minuto de madrugada frente al minuto de prime time sería de 1 a 125, de 1 a 250 o incluso de 1 a 500. Sin embargo, el reparto siempre se ha calculado en base a unas tablas de la SGAE que determinan que un minuto de música en madrugada recibe un punto y uno de prime time, cinco. Actualmente un minuto de madrugada recibe 0,6 puntos y la proporción frente el ‘prime time’ es de 1 a 8,3. Sigue a años luz de la realidad.

OPORTUNIDAD A LA VISTA
Una serie de intermediarios, léase proveedores de música, editoras, etc., vieron la veta en el negocio: un 80% de los ingresos de la SGAE proviene de la música, y de ese porcentaje, la mayoría se recauda de los canales de tv que pasan canciones.  Con la modificación de las proporciones, en el 2015 la franja nocturna representó el 70% de la recaudación por la música en la TV, frente a una audiencia de apenas 1% de la audiencia, lo que supone millones de euros para repartir.

Se generó entonces una red de autores que comenzó a grabar miles de obras por encargo de estos intermediarios (editoras), en combinación con personal de las propias televisoras, pues licenciaban de las editoras estas canciones para pasarlas en los programas nocturnos.

LA RUEDA COMIENZA A GIRAR
Las televisoras pagan una cantidad fija a la SGAE por el uso de la música (determinada por un porcentaje de su ingreso publicitario).  Con la creación de estos nuevos espacios y las nuevas proporciones de reparto, de lo que SGAE recaudaba, le devolvía el 50% a los canales, de modo tal que compensaban en parte lo que le pagaban a la sociedad, por lo que se creó un ecosistema funcional:  te proveo de música, me pagas por emitirla, elevo la proporción de reparto, y te devuelvo la mitad de lo que pagas.  Un círculo perfecto (de ahí el nombre de “la rueda”) que si bien no podría ser considerado -hasta allí- ilegal, sí inmoral y poco ético.

UN NEFASTO RESULTADO
Al haber tomado la policía cartas en el asunto, se descubrieron sin sentidos y negociados varios y corruptelas: canciones que resultan ser obras del dominio público con apenas muy pocos arreglos -o casi insignificantes- y registradas con nombres de autores falsos, o a través de testaferros (muchos trabajadores y directivos de SGAE); personas ajenas a la música, es decir, cuya inspiración musical no sirven para nada, y hasta niños, pero con millonarias recaudaciones.  Obras que son transmitidas en volúmenes apenas perceptibles (¡a las 4 de la mañana!) que generan más que una canción en el top 10.  Si tenemos en cuenta que una obra transmitida en vivo genera más que una grabación, comenzaron a verse a músicos, por ejemplo, un solitario guitarrista, a media luz al fondo de la escenografía interpretando una obra desconocida a niveles casi no audibles, pero que generaba más que una de Ale Sanz; “autores” que registraron más de 11,000 obras en apenas cinco años (6.02 obras por día… ¡Plop!), y un largo etcétera.



TODO TIENE SU FINAL…
…aunque aún no termina del todo.  La SGAE fue intervenida a mediados del 2017 por agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta y de la Policía Nacional por un fraude calculado de más de 100 millones de euros solo entre el 2006 y el 2011, involucrando a 14 miembros del Consejo Directivo por conflicto de intereses en esas actividades.  En marzo del 2018 la CISAC retiró a la SGAE de su consejo, con el fin de evitar cualquier compromiso frente a las investigaciones que comenzaría respecto de sus conductas generales, y particularmente de sus políticas de reparto.  En diciembre del mismo año decide iniciar un proceso sancionador que por lo pronto está alcanzando una expulsión por un año por no estar en compliance con 17 puntos que la CISAC le exigió a la SGAE, entre los cuales hay revisiones estatutarias, la reactivación de una comisión deontológica (que trata asuntos éticos y de principios), elaboración de códigos de conducta que atañe a personal de la sociedad para impedir que presten servicios a socios, y por supuesto, la modificación de las reglas de reparto, entre otros.  Aduce la CISAC que ninguna de las recomendaciones -o al menos las más importantes- han sido cumplidas, por lo que colmó la paciencia de la confederación.  

QUE ES LO QUE SUCEDE AHORA
El ABC de España describe muy bien lo que significa esta medida: “Si no está en CISAC, SGAE deja de existir, ya que representa en España grandes repertorios internacionales... Por [culpa de] «la rueda» se quedaron sin representación las editoras internacionales, que esperan una solución. Y los problemas judiciales y de imagen ahuyentaron al cine de Hollywood, al francés y al inglés, que se fueron a DAMA [otra SGC] y que antes llevaba SGAE. Todos los contratos de representación recíproca (con radios, TV, locales y conciertos) nacen y se administran a través de la CISAC. Si quedase fuera, la entidad española estaría fuera del mercado de representación y no podría seguir manteniéndolos. 

Pretender explicar toda una maraña bastante compleja de manejos dudosos en un simple blog es casi tarea imposible, pero sí se puede señalar que es difícil entender esa clase de episodios, máxime cuando el protagonista ya tiene muchas tablas en el tema.  Toda SGC debe aprender de sus errores pasados (SGAE parece que no lo hizo); como siempre lo he sostenido (so riesgo de incomodar a varios amigos), creo que todas las SGC relacionadas a la música, con excepción de la de productores de fonogramas (que velan por intereses más empresariales que personales) deben ser manejadas por profesionales independientes, con las calidades y capacidades necesarias para llevar a cabo sus funciones sin tener conflicto de intereses.  Esto significa que todos los puestos clave debieran ser ocupados por personas no-socias de la institución, sólo el Concejo de Vigilancia y un par de sitios en el Consejo Directivo debiera estar a manos de socios directos,  propiciando una separación de responsabilidades en gestión, administración y vida societaria.  De esta manera se minimizaría el fortalecimiento de las temidas argollas, conflictos de interés, ruedas, amarres, y propiciaría el crecimiento y la buena gobernanza de la institución.

Mayo 2019, con información extraída de ABC, El País, y El Confidencial

miércoles, 10 de abril de 2019

5 CLAVES DE LA INDUSTRIA MUSICAL DEL 2019



Recientemente la IFPI, que representa a la industria discográfica mundial, lanzó su Global Music Report 2019, que informa sobre los ingresos y el estado del comercio mundial para la industria de la música grabada en el 2018. En el blog de MBW, Frances Moore, Directora Ejecutiva de IFPI, habla sobre las cinco principales -a su parecer- conclusiones de este informe:



1. LOS INGRESOS DE LA MÚSICA GRABADA ESTÁN CRECIENDO, LIDERADOS POR EL STREAMING PAGADO

En el 2018, el mercado global de música grabada creció un 9,7%, a US $ 19,1 mil millones. En el centro de este crecimiento está la buena música de increíbles artistas que trabajan en asociación con personas talentosas y apasionadas en compañías discográficas de todo el mundo.  Eso es tan cierto hoy como siempre lo ha sido: la música y la gente son lo que más importa y son lo que impulsa el negocio comercial y creativamente.

Lo que ha cambiado más allá de todo reconocimiento en los últimos años, es cómo se derivan los ingresos. Hoy en día, el ingreso clave es el streaming, particularmente el pagado (o por suscripción). Los ingresos por streaming aumentaron un 34% en 2018, lo que representa casi la mitad (47%) de los ingresos totales de la música grabada. A fines del 2018, había 255 millones de usuarios de cuentas de suscripción de pago en todo el mundo.

2. LA INDUSTRIA MUSICAL ES REALMENTE GLOBAL
Hoy en día la música es verdaderamente global. China, un nuevo participante en el top 10 mundial el año pasado, es ahora el séptimo mercado más grande. Corea del Sur, en el número seis, registró una de las tasas de crecimiento más altas (17.9%), seguido muy cerca de Brasil, en el número 10, con un crecimiento de 15.4%.

Los artistas de estos mercados en evolución están aprovechando las oportunidades para romper en una audiencia global. Trabajando en asociación con compañías discográficas y con el apoyo de sus recursos y comprensión de los diferentes panoramas musicales, hay artistas que disfrutan del éxito mundial. A medida que ellos y su música resuenan en fans en diferentes partes del mundo, los ingresos retornan y se reinvierten para ayudar a impulsar al próximo ciclo creativo.

3. LOS MERCADOS DE ALTO POTENCIAL SON CLAVES PARA EL CRECIMIENTO

Uno de los aspectos más emocionantes del informe de este año, son las regiones responsables de impulsar el crecimiento. Asia y Australasia han crecido 11.7% para convertirse en la segunda región más grande del mundo en cuanto a ingresos físicos y digitales combinados.

Por cuarto año consecutivo, América Latina registró la mayor tasa de crecimiento a nivel mundial (+16.8%). La inversión de las discográficas, las asociaciones locales y la creciente disponibilidad de datos móviles, han abierto estos mercados, lo que hace que se vuelvan cada vez más conectados y cada vez más digitales.

Esto presenta un escenario emocionante para la industria de la música en la región, pero todavía hay desafíos que abordar. El consumo de música, particularmente el consumo legítimo y monetizado, es significativamente menor, per cápita, en muchos de estos mercados de lo que se esperaría en un territorio maduro y desarrollado. Por lo tanto, es vital que la industria continúe estableciendo las bases correctas para apoyar su desarrollo sostenible a largo plazo y asegurar que su potencial se realice en beneficio de todos.

4. LAS COMPAÑÍAS DISCOGRÁFICAS CONTINÚAN INVIRTIENDO EN SUS ARTISTAS, PERSONAS Y NEGOCIOS

Una característica dominante del regreso al crecimiento en los últimos años ha sido el aumento en los niveles de inversión que las compañías de discos están haciendo en sus ofertas a los artistas, a su gente y en su presencia global.  De hecho, las compañías discográficas están invirtiendo más de un tercio de sus ingresos globales (US$ 5,8 mil millones) en A&R y marketing cada año, para lanzar, desarrollar y apoyar a los artistas.  El aumento de la inversión también ha permitido a la industria contar con personas vibrantes y apasionadas, que son la base del negocio.

5. LA INDUSTRIA DEBE CONTINUAR CON LA CAMPAÑA PARA QUE LA MÚSICA SEA BIEN VALORADA

A medida que todos los mercados de música continúen desarrollándose y evolucionando, es imperativo que los derechos de autor de la música sean reconocidos y respetados, y la música que se disfruta en formatos cada vez más variados sea valora de manera justa.

La industria continúa trabajando para lograr esto y para la resolución de la brecha de valor, estableciendo un campo de juego nivelado para negociar un trato justo para aquellos que crean música.  Sobre todo, debemos asegurarnos de que la música continúe en este viaje increíblemente emocionante.

En este reporte podremos encontrar, además de los acostumbrados rankings y data, interesantes casos de estudio y algunos artículos en donde actualizan y explican los tipos de servicios de las discográficas otorgan a los artistas, y lo gravitante que resultan en sus carreras.  Pueden bajar el reporte en este enlace.

Abril 2019

domingo, 17 de febrero de 2019

CUIDADO CON LAS FAKE-NEWS




Hace pocos días un buen amigo (importante protagonista de la industria musical en el Perú) me hizo llegar un artículo aparecido en la página Perú Retail, en el cual había una información que me llamó muchísimo -exageradamente, diría yo- la atención por algunas cosas que allí señalaban.

La nota hacía mención de una conferencia por el lanzamiento de la nueva carrera de marketing de Toulouse Lautrec, y presentaban a una señorita como "Sales Manager" de Spotify (!); primera llamada de atención: Spotify no tiene personal localmente.

Me puse entonces a revisar e investigar, y tal como lo sospechaba, esa persona no era de Spotify, era de IMS (Internet Media Service), una empresa global filial de Sony Pictures Television Network, especializada en brindar diversos servicios digitales, entre los cuales están los de representantes comerciales de diversas plataformas (Twitter, LinkedIn, Snapchat, Spotify, Waze, etc.); es decir, si alguien quiere pautear publicidad en alguna de esas plataformas, debe hablar con IMS. La señorita mencionada era sales manager de IMS para la cuenta de Spotify, que no es lo mismo que ser un colaborador de Spotify, ni mucho menos de “Spotify Perú” (que no existe).

Pero bueno, otorguemos el beneficio de la duda, y pensemos que fue una interpretación del periodista que redactó la nota (o mejor dicho de todos los periodistas que escribieron, pues el título fue común en todos los artículos de todos los medios).  Al fin y al cabo no es relevante si lo personalizamos (pero sí lo es si es que usamos ese inexacto título para respaldar una información, como veremos a continuación).

Lo que sí me preocupó son las cifras que presentaron: “14 millones de peruanos usan Spotify y cerca del 70% son millennials” reza el titular de Perú Retail...  

¿Whaaaaaat? Esos titulares parecen engañosos…  

Veamos; según countrymeters, el año 2018 Perú cerró con una población cercana a 32.5 millones.  Ahora bien, de acuerdo con Ipsos, la población de millennials (entre 23 y 37 años) es de 21%, es decir, son poco más de 6 millones 800 mil.  Entonces, según esa información, si 14 millones de peruanos son usuarios de Spotify, y si un 70% aproximadamente son millenials (o sea, 9 millones 800 mil), resultaría que el 100% de los millenials del Perú son “usuarios” de Spotify!  Es decir, todos, absolutamente todos los peruanos de entre 23 y 37 años escucharían su música vía Spotify en su smartphone, tablet, Smart TV, lap top o PC.  Esa conclusión resulta -por decir lo menos- temeraria.

Veamos cifras concretas: la cantidad de cuentas de usuarios peruanos de Spotify es de 2'201,399, entre cuentas premium (pagadas) y free (gratuitas).  Esta cifra me fue proporcionada por un agregador (cuyo nombre me pidieron no revelar) y es información al 31 de octubre del 2018 certera y fidedigna, por cuanto Spotify está obligado a entregar esa información a todos sus distribuidores.  Además, pude enterarme de algunos datos interesantes y sorprendentes, como por ejemplo:


  • De ese número de cuentas peruanas, el 19% son cuentas premium y el 81% gratuitas (cuando el split promedio mundial es 43% pagadas y 57% gratuitas)
  • Estados Unidos ocupa el país con mayor cantidad de usuarios (55m)
  • Perú ocupa el quinto lugar en cantidad de usuarios en Latinoamérica, superados por Brasil (15.6m), México (11.3m), Argentina (5m) y Chile (3.8), y por encima de países como Colombia (1.7m), Ecuador (663ml) y Costa Rica (610ml) 
  • El país con mayor porcentaje de cuentas pagadas es Noruega (83%), mientras que el de mayor cantidad de cuentas gratuitas es Vietnam (90%)
  • Apple Music no llega ni a 100 mil suscriptores, entre otras métricas igualmente interesantes. 

¿Qué significa “usan Spotify”? ¿Son cuentas en el Perú? ¿A qué le llaman “usuarios”?  Salvo que las dos millones doscientas mil cuentas sean cuentas familiares (las cuales no son), la cifra que se señala en los artículos mencionados no parece ser real, o es absolutamente engañosa; de 2.2 millones a 14 hay demasiada diferencia, no parece ser información exacta, y sería bueno detallaran de donde salió.  Tal vez se refieren con “usan Spotify” a la cantidad de personas que están “expuestas” a esa plataforma (una suerte de “rating”, lo cual es muy discutible), que no es lo mismo que “usuarios”…  La verdad es que no le encuentro mucho sentido.

No es mi propósito hablar sobre el nivel del periodismo en nuestro medio, o cuestionar la rigurosidad académica de las instituciones, pero sí me preocupa la desinformación que pueden brindar a la sociedad todos los involucrados.

Por eso recomiendo a todos, particularmente los estudiantes de música, marketing y afines, cruzar información, profundizar, reflexionar, hacer un rápido ejercicio como el de arriba y validar las fuentes; en otras palabras, no caer en las fake-news, no creer en todo lo que leen e investigar bien antes de afirmar algo, forecastear, o planificar un proyecto.  Imagínense qué peligro partir de premisas falsas…

Febrero 2019

miércoles, 2 de enero de 2019

EL MERCADO DE CONCIERTOS EN EL 2018


Se fue un nuevo año, y con él, la esperanza de un repunte del mercado de conciertos, luego de una caída estrepitosa del 2017 respecto al 2016 (22% por abajo).  De acuerdo con los datos otorgados por Apdayc de los megaconciertos liquidados en el año 2018, el mercado tuvo una aparente subida de apenas un 5.6% respecto al 2017 en términos de asistencia, pese a una gran expectativa en la primera mitad del año.

Según Jorge Fernández Mazaira, presidente de la asociación de empresarios artísticos de la Cámara de Comercio de Lima, el optimismo del primer semestre se vio afectado por el -para algunos- exagerado ambiente mundialista, para ser luego rematado por el devastador ruido político que, si bien comenzó a comienzos de año, fue opacado temporalmente por la fiebre del mundial, pero ni bien pasado este se convirtió en un verdadero tsunami (tanto, que afectó hasta a este humilde blog...).  Ambos eventos no solo distrajeron recursos económicos hacia otras áreas distintas al entretenimiento, sino que también acapararon espacios, noticias, ánimos y “euforias” (si no, que digan los PR lo difícil que fue conseguir espacios en prensa durante el año pasado…).

Como novedad, presentamos el market share de las empresas que realizaron los conciertos y/o festivales por cantidad de eventos en el año.  El primer lugar está liderado por Cesar Ramos de Corporación CEM S.A.C., responsable de Vivo por el Rock X, Alternativo II y III, y Día del Rock Peruano.  Empatan Shows & Eventos (Maná-Café Tacuba- Vicentico, Juntos en Concierto X, Mark Anthony-Maluma, y Gilberto Santa Rosa), con E2 Live, o mejor conocida como Move Concerts (Depeche Mode, Roberto Carlos, Katy Perry y Soundhearts Festival).  Por lo menos, eso es lo que nos dice la data.  No obstante, es necesario profundizar un poco más para darnos cuenta de la realidad: Shows & Eventos S.A.C. son los mismos de Viva Music Perú S.A.C. (los responsables del concierto Romeo Santos, el de mayor afluencia del año) solo que con otra razón social, por lo que si los juntamos empatarían con Corporación CEM   

Para pensar: todos los eventos de la empresa que ocupa el primer lugar contaron con un line-up 100% local.



El pronóstico para los primeros seis meses del próximo año no parece ser muy diferente para Fernández; los turbulentos eventos políticos con los que amaneció el 2019 no auguran aguas calmas, mientras que otro evento deportivo -los Juegos Panamericanos- podrían afectar al sector, no solo por el efecto distractor que puedan causar a la sociedad, sino también por la falta de venues (sobre todo para megaconciertos) ya que lo más probable es que los principales estadios estén ocupados o restringidos para actividades extra-deportivas, al margen de las dificultades de acceso a ellos por las obras viales que se están efectuando por toda la cuidad.

Un punto de vista más optimista tiene Coqui Fernández, director de Move Concerts, quien afirma que “cuando tocas fondo (luego del nacimiento del mercado en el 2008), peor no se puede estar”.  Señala que el 2018 fue muy duro,  pero que el 2019 estará bueno, como ya lo demuestra su arranque con Luis Miguel, Arctic Monkeys e Interpol.  Agrega que “no estará sano a nivel del 2009-2010, ni habrá mucha oferta (nunca más la habrá) al nivel del 2010-2013, pero será un año donde no se arriesgará mucho pero todo saldrá bien".

Por último, si bien la cifra de asistencia de este año está muy poco por encima de la cifra del año pasado, la recaudación de Apdayc en términos económicos estaría por debajo, lo cual se explicaría por dos principales razones: la inclusión de las cortesías en el cálculo del aforo, y la mejora en los sistemas de recaudación de la institución.  Extraoficialmente, el mercado en términos económicos de recaudación habría caído entre 5 y 10%.

Les dejo la infografía (si la quieren bajar en alta, pueden hacer click acá).  ¡Feliz 2019!



Enero 2019



viernes, 24 de agosto de 2018

LA PRÓXIMA TENDENCIA DE LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA


En una de mis últimas clases de administración de negocios musicales en la universidad, un perspicaz alumno me hizo una pregunta: “Profesor, ¿cuál cree Ud. que será la tendencia en la industria discográfica?”





La pregunta surgió a raíz de una clase que giraba en torno a los diferentes estilos de liderazgo que a lo largo de la historia han tenido las grandes compañías fonográficas.  Cuando hablo de estilos de liderazgo, me refiero particularmente a la tendencia que las grandes corporaciones y sellos seguían para manejar su negocio. 

En ese sentido, y haciendo un grosero compendio histórico, en el big bang de la industria fonográfica, las compañías estaban lideradas por hombres de negocio enfocados en el desarrollo tecnológico.  Su prioridad era abaratar costos de producción tanto en el soporte (cilindros y discos) como en el hardware (fonógrafos, graphophones, fono-cilindros, gramófonos, etc.) y pelear por las patentes, la música era lo de menos. 

Luego, al acercarse los años 50, hicieron aparición los A&R, conocidos popularmente como los “cazatalentos”.  Las empresas comenzaron a basar sus decisiones estratégicas en los principios que el mettier de A&R dictaba.  La música por sobre todas las cosas.

Los finales de los años 70 y principios de los 80 trajo consigo una contracción en el sector en plena crisis del petróleo, y “los comerciales” fueron los que tomaron la batuta. Vender, vender y vender era el lema, y la herencia de la era disco (en donde más que artistas, se vendían canciones) ayudó a que en la primera mitad de los ochenta las estrategias de ventas sean las vedettes.

A mediados de los 80, cuando se comienza a recuperar la industria, con un MTV ya consolidado y la aparición del CD, comenzaron a cobrar protagonismo los marketeros, quienes hacia los noventa se adueñaron prácticamente del negocio.  Todas las decisiones estaban basadas bajo los preceptos del marketing y sus hipnotizantes resultados, con lo cual, bajo el dominio del CD, la industria generó la mayor cantidad de dinero en toda su historia (U$ 25.2 billones en 1999*).

Pero para entonces el anticristo ya había nacido… mientras la industria bailaba y gastaba al ritmo de sus ingentes ingresos, ya el internet y las redes P2P comenzaban a hacer estragos, momento en el cual aparecieron los financieros a liderar las compañías.  Control de costos y austeridad en los gastos en toda la cadena de producción, y casi que sigue así hasta nuestros días.

Es necesario señalar, sin embargo, que el core del negocio sigue siendo la música y la actividad del A&R siempre se ha mantenido, no siempre con el mismo protagonismo, pero siempre existió.

Entonces, nuevamente, ¿cuál será la próxima tendencia?

Como lo señala el portal Music Industry, la radio solía ser la principal forma en la que al público esencialmente se le decía qué escuchar. Los sellos influenciaban en las radios a través de tácticas blandas (almuerzos, regalos, cockteles, show-cases, etc.), y también tácticas duras (sobornos y payola).  Ahora la radio está en notorio declive y su panorama a largo plazo es -por lo menos- oscuro; perdió a su audiencia más joven que ha sido capitalizada por YouTube y por los servicios de Streaming.  Si bien estos servicios han aprendido a capturar gran parte de ese tiempo de escucha -pareciéndose y sintiéndose mucho más como una radio a través de tácticas como playlists, estaciones, personalización y podcasts- las plataformas tienen esencialmente un sistema On-demand, lo que hace que las discográficas tengan muchísimo menos influencia directa en sus playlist.

Tremendo problema: de poco te sirve tu control financiero, tus planes de marketing, tu música, ni mucho menos tus estrategias de venta; simplemente si no suenas, no vendes….

Por ello, la respuesta a mi alumno fue que creo que la tendencia será que la industria tratará de manejar los datos que el Streaming arroja, y quien los domine será quien lidere el grupo.  Las compañías discográficas se están volcando sobre los datos, particularmente a los que los playlist generan (ya que descubrieron que son estos los que “moldean” las tendencias), creando y priorizando potentes sistemas de análisis estadísticos que el Streaming brinda.  Los datos, las estadísticas, el análisis de las transmisiones, el estudio de la información digital de los playlist, entre muchas otras métricas, es hoy como oro en polvo para las disqueras, pues sus decisiones estratégicas están basadas en el profundo análisis de todos ellos (no por nada Sony Music compró The Orchard, uno de los más importantes agregadores a nivel mundial). 

Pero no todo es color de rosa. Hay sutilezas que se deben considerar.  

Por ejemplo, según el portal mencionado líneas arriba, la canción de un artista de una compañía discográfica tuvo unas estadísticas impresionantes en el playlist "Spotify Today's Top Hits", uno de los que más seguidores tiene.  El éxito sorprendió al mismo sello, pues a ese artista no lo tenían como prioritario ni mucho menos como candidato a “romperla”.  Bajo esa lectura, el sello re-hizo sus planes e hizo importantes inversiones en marketing para su siguiente single, el cual fue finalmente un verdadero fiasco. Cuando la disquera analizó las estadísticas de transmisión, resultó que la gran mayoría de plays eran pasivos. Es decir, la canción anterior fue un éxito porque estuvo en un playlist exitoso, cuantitativamente hablando, y que los usuarios tienden a no omitir las canciones (hacer “next” o “skip”) lo que creó en realidad un éxito artificial, aunque transitorio.  

Por eso, tal vez los sellos puedan distraerse demasiado en perseguir datos confiando demasiado en el análisis del Streaming. Una data mal enfocada a veces genera falsos positivos e ilusiones.  Si las compañías confían en exceso en lo que el análisis de la información y los datos les dice, pueden caer en el error de creer que la tendencia de un playlist sea la tendencia de los usuarios, confundiendo un hit orgánico con uno fabricado. 

La data está bien, pero creo que no se debe perder el foco en la música, y trabajar además con otro tipo de combinación de métricas, incorporando calificaciones, métricas de transmisión, datos sociales y rastreadores de marcas.

Y esto último apoya mi teoría sobre la próxima tendencia.  Al final, siguen siendo datos.

Agosto 2018


(*) Fuente: IFPI