Nuevo jugador en el campo del streaming
Sin duda LA noticia de la semana y que mucha gente comenta, principalmente por la fama de su accionista principal y sus mediáticos accionistas. Jay-Z está llevando grandes estrellas de la música hacia su inversión para ayudar a que el lanzamiento –y su relación- sea un éxito y le garantice continuidad.
Pero uno de los problemas con los servicios de streaming de música hasta la
fecha es que no han surgido como modelo de negocio definido, enfrentándose con
combinaciones de capas de precio, batallando con los fees que pagan y tratando
de mantener contentos a sellos, autores y artistas. Esto hace que, hasta el
momento, el jugador con mayor crecimiento en la industria aún no pueda
estandarizar su modelo de negocio. Nuevamente, si cualquiera de sus acreedores
estornuda, el modelo tambalea.
Al irrumpir con una gran conferencia de estrellas plagada de grandes estrellas
(Jay-Z, Daft Punk, Beyoncé, Alicia Keys, Madonna, y un larguísimo etcétera),
Tidal pareciera estar destinado a vivir apoyado mucho de su imagen y la de sus
accionistas. Ofrecen audio y video de alta calidad, por lo que pareciera que se
quieren basar en una estrategia aspiracional, que tan buenos resultados le dio
a la marca Beats hasta que fue adquirida por Apple. Habría que preguntarse si
realmente a los consumidores en realidad les importa mucho este factor de HQ
como algo decisivo (sólo una quinta parte de los usuarios de streaming
consideran que es un factor importante en el servicio - Nielsen). En realidad
no creo que se trate de eso, y más pasa por un tema aspiracional, tal como la
gente compraba audífonos Beats sólo porque “representaba” mayor calidad, en vez
de fijarse en sus rangos de frecuencia. Marketing puro y duro. Además, US$
19.99 como precio base –ojo, no tienen un rango gratis ni freemium- no es
precisamente un “precio popular”, y más bien pareciera estar dirigido a
aquellos consumidores que piensan que “tienen lo mejor”.
Sin embargo Tidal tiene algo que los demás adolecen, y es el “canal directo sin
intermediarios”. Es un punto de diferenciación muy poderoso, y creo que podrá
ser una de las claves para que Tidal marque aún mayores diferencias frente a
otros servicios. No es fácil saber si detendrá o no la baja de los ingresos
artísticos por streaming, pero sin duda podrá crear una clara percepción de
valor entre los artistas y los suscriptores al ofrecer material o adelantos
exclusivos. Tidal podría convertirse en la marca Premium de los servicios de
streaming.
Por otro lado, y como ya lo hemos dicho varias veces, uno de los grandes
problemas que rodean el streaming es el hecho de que los artistas y
compositores sienten que no están ganando lo suficiente, y Tidal no va a
solucionar este problema de fondo. Con cerca del 80% de los ingresos del
streaming que van hacia los titulares de derechos, claramente no hay mucho
margen para aumentar los pagos. Incluso duplicando el precio de suscripción (en
el nivel base de US$ 19.99 por ejemplo) sólo significaría que a los artistas se
les pague unos cuantos centavos más. En otras palabras, las dinámicas van a
seguir siendo las mismas, pues para igualar los ingresos por la venta de un
solo álbum, se requeriría por lo menos 15 personas escuchando el álbum completo
un promedio de 5 veces, cosa que en el mundo del streaming no sucede (Media).
Algo que es muy posible que pase es que en algún momento Tidal vaya a seguir
los pasos que dio Netflix con Netflix Originals, como vaticinan bloggeros y
conocedores del negocio. Es lógico imaginar un “Tidal Originals” firmando
artistas directamente, y naciendo desde allí enormes posibilidades de negocio e
ingresos para Jay-Z y compañía. Pero hay que pensar que podría también ponerlos
en una posición difícil. Pasa siempre en todo rubro de negocio, cuando uno de
los jugadores se pone a reemplazar el rol del otro, comienzan las batallas y
las fricciones. Le está pasando ahora a Netflix, ya que los canales de
televisión y productoras de contenido están escaldados con el Netflix Original,
por que su cliente les está haciendo la competencia (MBO); aún no se han
declarado la guerra abiertamente (simplemente porque Netflix representa un buen
volumen de ingresos para las productoras), pero ya están re-evaluando su
relación con Netflix. Esto puede desbalancear el frágil y sensible equilibrio
de precio-producto-cliente que existe en estos negocios. Pasa en las películas,
pasa en la vida real; no tiene por qué no pasar en el streaming
Así como Universal lazó su servicio de streaming, así como el CEO de Sony/ATV
lucha por matar al fremium, Tidal puede constituir una nueva estrategia de
presión hacia los servicios más populares y de mayor crecimiento (léase Spotify
y YouTube) para elevar los niveles de pago; no sería raro que en estas idas y
venidas terminemos viendo a proveedores de contenido convertidos en socios de
estos servicios.
Abril 2015
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