Sólo el tiempo dirá si es saludable o no para la industria
Lucian Grainge, CEO de Universal Music (UMG), disparó hace poco contra el modelo del streaming gratuito financiado por publicidad (ya bautizado como "freemium"). Muy poco tiempo después, su colega de Sony Music (SM), Doug Morris, declaró algo similar, poniendo como ejemplo la gratuidad de YouTube. Pese a que Spotify le respondió a Grainge que le pagaría a UMG cerca de US$ 1,000 millones, las cifras no convencen a ningún sello discográfico. Lohan Presencer de Ministry of Sound le puso la cereza del helado, al revelar cifras contundentes:
- El 75% de la base de usuarios de streaming son clientes gratuitos
- Los ingresos del streaming representan menos del 5% de los ingresos totales
digitales
- Los ingresos del streaming son menos del 1% de los ingresos totales del
sello.
Luego remata: ¿Qué valor tiene un consumidor que se compromete con la música
sin pagar para una compañía discográfica que está invirtiendo en la música?”
Es un hecho que tanto artistas como sellos necesitan revertir la tendencia del
"freemium", en el sentido en que está desplazando cada vez más al
download, mientras su acelerado crecimiento no se refleja en ingresos para la
industria (ni mencionar el físico). En su afán de tratar de compensar esas
caídas, UMG anuncia el lanzamiento de su propia aplicación de streaming, en
alianza con Mondia Media, con la idea de que sea una aplicación de plataformas
móviles para smartphones Android e iOS, tal como lo hiciera la misma empresa
con Samsung en el continente africano.
No es difícil imaginar que otros jugadores de la industria (SM o Warner) le
sigan los pasos, y a la larga puedan favorecer sus propias plataformas de
streaming a través de estrategias premium (acceso, temporalidad, exclusividad,
etc.) frente a otros usuarios como Spotify, Deezer, etc., con quienes ya
encendieron un gran debate el torno al nivel de los pagos. Prever que las
majors ganen no creo que sea muy certero, al menos en el largo plazo, pues ese
hipotético escenario solo podría servir para presionar a los grandes servicios
de streaming a que paguen más, pero dudo que el modelo de
"cada-major-con-su-app" se consolide... No tendría mucho sentido para
el usuario tener que cambiar de app si quiero escuchar un artista de otro
sello...
Como fuere, el tablero sigue estando movido, las reglas siguen cambiando, y
entrarán (y saldrán) jugadores: Apple presentará a mediados de años su
servicio, el modelo de negocio del streaming es muy frágil aún en términos
financieros, la industria discográfica presionando, la industria del copyright
independiente liderando nuevos modelos.... hay mucho material para divertirnos
durante algún tiempo tiempo.
Marzo 2015
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